Las desgracias no vienen solas (querido Daniel)…

Estaba el Alcalde de Villa Cimera en su mejor sueño cuando suena el teléfono en medio de la madrugada:
- ¿Doctor? soy Anselmo el Capatáz .
- Hola Anselmo. Son las 3 de la mañana ¿Pasó algo grave?
- No, nada doctor, sólo le quería avisar que su lorito de color rojo se ha muerto.
- ¿Mi lorito de color rojo? ¿Aquél que ganó el concurso el mes pasado?
- Sí patrón el mismo.
- Pero! qué lástima che. Yo había pagado una pequeña fortuna por él.
- Y… ¿de qué murió?
- Comió carne podrida.
- ¿Carne podrida? ¿Y quién le dio carne podrida?
- Nadie doctor él la comió solito de uno de los caballos que estaban muertos.
- ¡¿Caballos?! ¡¿Que caballos?!
- Dos de sus caballos pura sangre, murieron de cansancio, por tirar de la cuerda del pozo de agua.
- ¡¿Y por que tiraban de la cuerda del pozo de agua?!
- Para apagar el fuego…
- ¿¿Fuego,?!! ¡¡¿Qué fuego?!! ¡¡¿Dónde?!!
- En su casa patrón. Una vela se cayó en la cortina y prendió fuego en la casa.
- ¿Vela? ¿¡Pero quién encendió una vela en mi casa? si tiene electricidad.
- Fue una de las velas del velatorio…
- ¡¡¡¿Velatorio?!!! ¡¡¡¿Cuál velatorio?!!!
- El velatorio de su mamá. Ella llegó en la madrugada sin avisar y yo le metí un balazo pensando que era un ladrón….
- ¡¡¡¡Noooooooooooo!!!! ¡No puede ser!
- Vamos señor no exagere! Tanto escándalo por un colorcito de mierda…