domingo, 20 de marzo de 2011

CAUTIVA

El joven cacique espía,

oculto en las sombras,
a la bella joven, de guedejas rubias.
Por saberla suya, la vida daría.
En un arrebato, la toma cautiva.
La mente de ella se detiene en niña.
La pasión y el miedo engendran sus hijos,
los hijos del viento y de las tormentas.
Ella los acuna como a sus muñecas y
muy quedo, canta nanas en hebreo.
Ya nada recuerda en su amargo olvido.
Anciana, harapienta, camina sin rumbo
Balbucea nombres y canta en hebreo.

6 comentarios:

  1. Una historia que desconocía.
    Buen poema.

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  2. Siempre me atrajo el tema de las cautivas en la olvidada guerra del desierto. Me gustó tu sentida poesía.
    Un beso
    Osvaldo

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  3. Bello poema. Una excelente variación de uno de los personajes del Martín Fierro.

    Un beso,

    José

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  4. Teresita, un hermoso poema sobre un tema que lamentablemente continúa, sólo que ahora son otro tipo de "caciques".
    Besos
    Lulú

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  5. ¡Qué bonito poema y qué triste! Lo de las muñecas, eso impacta porque da idea de que pasó de niña a madre a la fuerza, y nunca mejor dicho.

    Un beso,

    Celia,

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  6. Conmovedor poema Teresita, por todo lo que encierra esa breve prosa. Te felicito.


    Un bf.


    Iris.

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