Esa finca abandonada y cubierta de maleza, donde la selva se enseñorea cubriendo la enorme casona y sus tierras, alguna vez albergó sueños de riquezas, de amor, traiciones y muertes.
Dice la gente más anciana que en las tardecitas suelen ver el fantasma de una mujer rubia vestida como una antigua dama que vaga llorando por los senderos.
El Conde de Brigthon desheredo a su primogénito a causa de su vida disipada, éste no tuvo otra opción más que emigrar a América.
Recaló en un país nuevo que ofrecía grandes oportunidades de progreso a mediano plazo.
Era el auge de los cafetales, aventureros de toda calaña llegaban con el propósito de comprar tierras e iniciar un negocio que los enriquecería en poco tiempo.
La mano de obra era prácticamente esclava así que ellos, instruidos, ricos y audaces, se adueñaron de grandes extensiones y comenzaron a armar sus feudos.
El trabajo era arduo y difícil, los nativos no estaban acostumbrados a trabajar de sol a sol bajo el látigo de los capataces, los patrones eran insensibles y exigentes.
El desheredado Conde pronto se dio cuenta que para la vida social que comenzaba a tomar vuelo necesitaba contar con una esposa adecuada.
Solicitó a una de sus hermanas que vivía en Inglaterra que le buscara una joven bien educada, sumisa y muy bella para desposar y luego traerla a estas tierras semisalvajes, para que cumpliera el rol de anfitriona.
Cuando Eloisa arribó deslumbró a todos con su belleza y modales de verdadera dama.
Si se sintió decepcionada o temerosa por el frío recibimiento que le brindó el administrador de la finca, lo disimuló con suaves sonrisas, pero no logró entender porqué su nuevo esposo, al que aún no conocía no acudió a recibirla- al cabo de un mes lo vio escuetamente una tarde y él le explicó que se estaba recuperando de unas fiebres contraídas en la selva.
Así transcurrió un largo año sin consumarse el matrimonio, desconcertada pensó mil posibilidades, pero no halló respuesta a sus dudas.
El conde feliz, en su mente perversa tramaba manipularla para sus fines y cubrir apariencias, ya que un persistente rumor que se expandía rápidamente por la comarca, hablaba de sus costumbres disolutas y de su relación con uno de sus jóvenes capataces.
No pasó mucho tiempo y todo esto llegó a oídos de Eloisa.
Se sintió ultrajada en su honor y sensibilidad de mujer, comenzó a espiar disimuladamente el comportamiento de su esposo y los descubrió en un claro de la selva en pleno acto sexual.
Desencajada volvió a la Casona, tomó un fusil, serena y en silencio se encaminó al lugar señalado como el escondrijo de los amantes,
Con un certero tiro fusiló a los dos traidores, muertos y abrazados yacían en la espesura regresó a la casona, limpió y guardó el arma, se dispuso a esperar los acontecimientos..
Cuando el patrón y el capataz desaparecido, no llegaron esa noche ni en los días siguientes se los declaró perdidos o muertos en algún sitio enmarañado, tal vez devorados por las fieras.
Ella regresó a su patria y se internó en un convento de monjas de clausura.
A la hora de su muerte, en la confesión pudo liberar su alma de la terrible carga.
La selva guardó el secreto.
¡Qué historia! Aventureros, traiciones, amoríos contrariados, homicidios, fantasmas... ¡Hemos podido Teresita! Ya sé que a ti te ha costado tanto como a mí aprender a usar este espacio pero aquí estamos...
ResponderEliminarUn cuento con todos los ingredientes del cuento clásico...¡me gusta!
También hay Condes buenos, ja, ja, ja, ja,
Un beso,
Celia,
El tema me atrapó hasta llegar a un final que no esperaba.
ResponderEliminarFelicitaciones Teresita, muy bien hecho!
Un beso,
Martha
Teresita, tu cuento me sorprendió muy gratamente porque está escrito de una manera que al leer es como si estuviéramos allí mismo viviendo las instancias. Las descripciones facilitan esa magia. Te felicito, un beso!
ResponderEliminarTere,
ResponderEliminarEsos triángulos amorosos inesperados o no tanto.
¡Muy buen cuento!
Beso,
Ali Nuri.
Final inesperado para un cuento que se lee de un tirón, de tan ameno.
ResponderEliminarMe gustó la cantidad de "ingredientes" y cómo los fuiste entrelazando.
Muy bueno!!!
Besos
Lulú
Todos los detalles que das Teresita, hacen que una se introduzca fácilmente en la trama y todo se vea, y se perciba bien, lo que allí sucede.
ResponderEliminar“Joven bien educada, sumisa y…” la muchachita se reveló, sorprendiendo con su temperamento sanguíneo.
Muy bueno Teresita,
Un beso,
Adela
Bueno se lo tenía merecido el muy canalla. Un relato atrapante Teresita, con un final de aquellos difíciles de imaginar. Me super gustó.
ResponderEliminarUn bf.
Iris.