sé que sé
lo que no sé es qué sé
así me critica la gente
que sí sabe
sin saber que sabe
pero sabe más que yo
que si sé que sé
pero no sé qué sé
las tildes me vuelven
loco
porque no puedo tildar
tilda bien el que sabe
tilda mal el que no sabe
los atildados tildan
tildes al por mayor
pero, oh tilde majestuosa
esta estrofa te carece
pero volvamos a tildar
sé que tomo té
aún me agrada
más que el café exprés
no lleva tilde el tres
sí la lleva el veintitrés
tilde loca
tilde
es
quiva
sí
José (poema con falta de ortografía)
Estimadísimo José, me encantó su poema. Un abrazo.
ResponderEliminarJa, ja, ja, bueno, en realidad hay dos, ¿o no? ¡Vale ya de hacer dudar a la gente!
ResponderEliminarVeo una tilde (mejor dicho, no la veo) y veo (no la veo) una coma. Y una coma no es más que una tilde caída, desmayada...
En realidad, ya me he perdido entre tildes y sólo sé que a mí también me gusta más el café exprés que el té,
Un beso,
Celia,
Sé que sé que una tilde falta y eso lo sé bien. Sé también que otra tilde, por esas cosas de la vida, depende, si acaso estás pensando en un cambio de gusto, estaría correctamente colocada. Pero se te percibe en el poema tan estable, que si fuera el caso, habría un error.
ResponderEliminarSúper ingenioso José. ¡Cuánto trabajo!
Adela
Ahhh, las tildes, ese invento que da sonido (deseado) a la impresión fría y austera de la palabra silenciosa, pero palabra al fin.
ResponderEliminarTodos los puntos de vista son buenos ( para el que lee) y más si están en un bonito poema apasionado
Un abrazo
¡Buenísimo José!
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