jueves, 30 de junio de 2011

IMAGINÉ

Me perdi por estar ausente- pero les envio un poema- abrazos a todos.

IMAGINÉ

Imaginé al amor dulce y eterno
Construí castillos de ensueños y
en la espera amurallé mi corazón.
Llegó audaz, avasallando fortalezas
encendió fuegos voraces en mis venas,
enjoyó mi sangre con estrellas.
Rasgando mi alma en un suspiro,
desangró mi corazón con su estocada.
Deslumbrada sucumbí en su luz dorada.
Sumisa, apasionada, esclava…
Y así como llegó arrasador y ardiente,
se marchó furtivo, robando esperanzas.
No pude brindar por un mañana.
El cántaro roto, derramó mis sueños.
Recogí migajas de recuerdos y
floreció en nostalgias el dulce sueño.
Deshojé calendarios esperando el milagro
que ahuyentara para siempre mis inviernos.

Pregunta

¿ Hay un Bon o Bon gigante por aquí ?

miércoles, 29 de junio de 2011

LOS IMAGINADORES DESALOJADOS

-Cierran la pensión.
-¡NO!
-¿Cómo?
-¿Quéeee?

La noticia fue una bomba en el comedor del primer piso.
Se miraron unos a otros, sin entender, sin querer creer lo que oían. El nieto de doña Úrsula, la dueña de la pensión, la había convencido para derribar el viejo edificio con sus espaciosas habitaciones y sus paredes cubiertas con yeso. En su lugar iban a construir un "hotel cápsula" como los que se usan en Japón, con nichos en vez de habitaciones parecidos a un panal de abejas, mucho más rentables que unos pocos dormitorios.
Acordaron unirse y reclamar. A doña Úrsula, a su hija y a su nieto. Ellos eran inquilinos de la pensión desde hacía muchos años, tendrían que escucharlos. No podía ser que los dejaran a todos en la calle, no era correcto, ellos habían reparado muchas veces las cañerías, los cables, el techo... Las paredes tenían varias manos de pintura aplicada por ellos mismos a lo largo del tiempo que llevaban allí. Nunca habían pensado que no era su casa, siempre ofrecieron gratis el trabajo de mantenimiento para que Doña Úrsula no tuviera problemas. ¿Y ahora los echaban para hacer un palomar? Inadmisible.
Así que formaron una comitiva para ir a hablar con la dueña, pero la señora estaba en un geriátrico y sólo los familiares podían visitarla. Su hijo y su nieto se negaron a atenderlos, limitándose a enviarles un telegrama donde les daban "las gracias por estos años de amistad" y les avisaban que en un mes tendrían que irse.
Se negaron.
Fueron a la radio, la televisión y los diarios, pero todos les decían que la familia estaba en su derecho, que eran los dueños de la propiedad y que podían hacer con ella lo que quisieran. Además, había otros inquilinos que no se quejaban.
En efecto, los del segundo piso estaban contentos con el cambio. El nuevo edificio iba a ser más barato, decían. Más moderno y funcional, sin espacio desperdiciado, sin goteras ni caños que perdían. ¿Quién necesitaba una habitación que midiera más de 2 x 2 x 1? Había que adaptarse al siglo XXI. Y se encargaron de boicotear todos los intentos por evitar la demolición.
Finalmente, tres días antes de la fecha, los imaginadores se volvieron a reunir en el comedor, escuchando las risitas sarcásticas que venían del piso de arriba.
-Bueno, esto no da para más. ¿Qué vamos a hacer?
-Yo AMO este lugar, ¿me entendés? ¡LO AMO! Fue un hogar para mí todos estos años y ahora...
-Todos lo amamos, Rita, pero nos echan. Estuve pensando... ¿y si nos vamos al interior?
-¿Adónde?
-Tengo una prima que vive en un pueblito, cerca de la ruta 23. Tienen internet, podemos trabajar desde allá... Me contó que ahora están reciclando unas casas que eran inhabitables y que las ofrecen baratas, tanto para comprar como para alquilar. Podemos probar, ¿qué les parece?
-MMMMMMM... no sé, yo quiero seguir luchando.
-Yo de acá no me muevo.
-Yo voy.
-Yo también.

Con las opiniones divididas, Nelson llamó a su prima y averiguó cómo llegar al pueblo. Al día siguiente todos estaban de acuerdo en mudarse a Villa Cimera.
Lo que pensaban que sería un transcurrir aburrido de días en el campo se convirtió en una aventura cotidiana. Villa Cimera escondía mil y una maravillas a los ojos de los "de afuera" y se las fue mostrando poco a poco. Se instalaron, se acomodaron y se adueñaron de las calles de asfalto y de las de tierra, de la fuente de la plaza, del viejo bar de principios del 1900... Su trabajo como imaginadores se vio enriquecido con el cambio de entorno, ahora ni siquiera las paredes de las habitaciones de la vieja pensión les ponían límites.
Seis meses después, Nelson volvió a la Capital para hacer unos trámites, y no pudo resistir pasar por el lugar en el que había vivido tanto tiempo. Encontró el "panal" a medio construir y en un estado total de abandono, las viejas pancartas que ellos mismos habían escrito estaban vueltas a poner sobre las paredes, con enmiendas por haber sido reutilizadas por los que se quedaron: "esto no es un hotel, parece una morgue", "queremos más espacio", "nos ahogamos acá adentro". Aparentemente los pisos inferiores todavía estaban habitables, pero no se veía a nadie.
-¡Qué venís a buscar acá, cuervo! - Sintió que le gritaban desde arriba
-Nada, vine a ver cómo andaba todo esto...
-¿Ahora venís? ¿Después de que por culpa de ustedes se fundió el nieto de Doña Úrsula?
-¿Se fundió? -hasta Villa Cimera no había llegado esa noticia- ¿Por qué decís que fue por culpa nuestra?
-¡Si ustedes se hubieran quedado apoyando este proyecto, él habría ganado plata y no lo hubiera dejado caer!
-¿Quedarnos a vivir como abejas cuando somos personas? ¿Por qué? ¿Qué le debíamos nosotros al nieto de Doña Úrsula? Si él no supo mantener su negocio, nosotros no tenemos nada que ver. Es más...
-¡Andate, cuervo! ¡No necesitamos tu envidia!
Levantando una ceja, Nelson prefirió no discutir. Seis meses de vida campestre le habían hecho notar que no sirve discutir con necios.

GRACIAS A LAS DOS POR EL CONCURSO...

A UNA POR ENVIARLO Y A LA OTRA POR COLGARLO AQUI EN EL BLOG...
BESOTES PARA LAS DOS.
MERCEDES.

martes, 28 de junio de 2011

1 Duda y 1 problema...

... eso tengo. Me gustaría saber quiénes están administrando el blog para pedir ayuda/asesoramiento por vía privada.

Merci de aclararme :D

lunes, 27 de junio de 2011

Concurso que me olvidé de postear

Gentes, hace un tiempo recibí este concurso por mail de parte de Alejandra, pensé que ella lo había puesto acá y veo que no, pero todavía están a tiempo si quieren participar, cierra el 30.
Perdón por el despiste, copio las bases además del link, lo organiza la Sociedad Argentina de Pediatría:

Concurso Literario abierto a la comunidad
Premio Centenario de la Sociedad Argentina de Pediatria
Tema De la infancia y la adolescencia
Ver pagina web www.sap.org.ar
datos del concurso http://www.sap.org.ar/concurso


BASES:

DE LA INFANCIA Y LA ADOLESCENCIA
CONCURSO DE CUENTOS
PREMIO CENTENARIO DE LA SOCIEDAD ARGENTINA DE PEDIATRIA

La Sociedad Argentina de Pediatría, con motivo de la celebración del centenario de su creación y en el marco de las actividades conmemorativas convoca a todos los interesados a participar en el Concurso de Cuentos de la Infancia y la Adolescencia.

BASES

1ª Podrán participar argentinos/as y extranjeros con residencia de más de tres años en el país mayores de 18 años.

2ª El cuento, deberá estar escrito en lengua castellana y versará sobre la infancia y/o la adolescencia. La modalidad de la narración es libre: relato, ficción, anécdota, aventura, viaje, descripción. Se prescindirá de ensayos, tesis o estudios.

3ª Los originales deberán ser inéditos, no premiados en otros concursos, con una extensión mínima de 3 y máxima de 5 folios, escritos en ordenador o mecanografiados, a doble espacio por una sola cara en formato DIN A4, se utilizará letra Times New Roman o similar, tamaño 12 p., interlineado doble, en una sola cara y con un máximo de 30 líneas por folio.
Los autores sólo podrán presentar una obra.

4ª El cuento deberá entregarse por triplicado y bajo lema o seudónimo, debiendo consignarse este, junto con el título del cuento, en la portada del mismo; habrá de acompañarse de plica o sobre cerrado en cuyo exterior figure: título del cuento y seudónimo, en el interior se repetirá: el título y el seudónimo, y se incluirá los datos personales (nombre, apellidos, domicilio y nº de teléfono, dirección electrónica, fecha de nacimiento y fotocopia del D.N.I.).

5ª Las obras se entregan en la sede de la Sociedad Argentina de Pediatría, Coronel Diaz 1971 CABA en el horario de 12 a 18 horas o se remitirán por correo postal a Sociedad Argentina de Pediatría, Coronel Díaz 1971, CABA (CP 1425) haciendo constar en el sobre “Concurso de Cuentos de la Infancia y la adolescencia” La fecha tope para la admisión de originales será el 30 de junio de 2011 a las 18 horas.
En el caso de ser premiados los autores deberán entregar su texto en soporte informático.

6ª El incumplimiento de cualquiera de las condiciones expuestas en esta convocatoria determinará la exclusión del cuento remitido.

7ª PREMIOS
Primer Premio: $ 3.000 y Diploma.
Segundo Premio: $ 2.000 y Diploma.
Tercer Premio: $ 1000 y Diploma.
Los cuentos premiados serán publicados por la Sociedad Argentina de Pediatría.
Las distinciones se entregarán en un acto durante el Congreso del Centenario que se celebra del 13 al 16 de septiembre de 2011.

8ª El jurado será designado por la Comisión Directiva de la Sociedad Argentina de Pediatría. Sus nombres se darán a conocer cuando se publique el título de las obras premiadas. El jurado dictaminara los ganadores entre las obras preseleccionadas por un equipo técnico de revisores.
El Jurado podrá resolver aquellas situaciones no contempladas en las presentes bases, así como las dudas que se planteen sobre su interpretación.
Los premios del certamen podrán declararse compartidos o desiertos.
El jurado podrá entregar el número de menciones que estime conveniente.
El fallo del Jurado es inapelable y se hará público a lo largo de la cuarta semana del mes de agosto de 2011. A los ganadores se les comunicará directamente.

9ª No se devolverán los cuentos presentados ni se mantendrá correspondencia sobre los mismos. Los cuentos no distinguidos serán destruidos inmediatamente después de la comunicación del fallo del Jurado.

10ª La entidad convocante se reserva el derecho de una 1ª edición, de los cuentos distinguidos, sin devengo de derecho alguno a favor de los autores.

11ª La participación en este Concurso supone la plena aceptación de estas bases.

SINRAZÓN - (Parte 2)

Antonia se fue sin la mirada de Juan.

El club de Villa Cimera luce renovado. Otra es la actual fachada de Sinrazón. Se ha modernizado su exterior como así también la parte interna. Variados juegos para la gente mayor, piletas de natación y un gimnasio para los más jóvenes – o no - en el que las actividades no escatiman esfuerzo para quienes aspiren a subirse al plan a proponer, sin abandonarlo.

Antonia es uno de ellos. Lunes, miércoles y viernes Pilates, martes y jueves, aparatos.

Su día de descanso y esparcimiento es los sábados. Gran baile gran. Para estar acorde con su club, ella también denota importantes cambios. Su pelo castaño desteñido, ahora es de un rubio platinado a lo Marylin, su cuerpo dejó en el camino del gimnasio y la dieta treinta kilos. Está irreconocible, parece de veinte en lugar de sus cuarenta y dos recién cumplidos.

La ropa moderna y su caminar airoso hacen el resto. Antonia es otra en ella. Ahora se hace llamar Ana eliminó a toni de su nombre, siempre lo odió.

A Juan no lo ha vuelto a ver, sin embargo su corazón permanece quieto en la espera. A pesar del tiempo transcurrido lo sigue recordando.

Esa noche “sin razón” aparente llega Antonia a Sinrazón más espléndida que de costumbre. Un vestido rojo ciñe el llamativo cuerpo. El escote muestra sin reparo lo que naturaleza y esfuerzo han dejado en su lugar, con la dosis justa de sugerencia para que esos erguidos pechos no pasen inadvertidos. Las sandalias negras afinan sus piernas ansiosas por dibujar en el lustroso piso los diferentes ritmos. De espaldas a la pista siente en su nuca el cálido aliento de una voz que susurra ¿bailás?... Ana reconoce el estilo. Se da la vuelta lentamente para encontrarse con la mirada de Juan. La emoción no le permite emitir sonido alguno, pero deja que el brazo del hombre apriete la cintura. ¿Sos nueva en el club? no te conozco. Yo si, te vi siempre, sólo que vos no me mirabas. Qué tonto, cómo pude no verte, sos hermosa. Gracias.

Me gustaría que nos volviéramos a encontrar, te estoy pidiendo una cita, dijo Juan con una risita sobradora.

Tal vez, dijo ella.

Ana se fue con la mirada de Juan.

domingo, 26 de junio de 2011

RITA MORÍN - Peluquería para Damas





Cuando doña Leonor Garófalo de Morín falleció luego de padecer una larga enfermedad, como quedó plasmado en los obituarios del diario, Rita guardó un luto riguroso durante unos días. Menos de los que siguieron a la muerte de su padre. El paso de los años flexibiliza las costumbres, es verdad, pero tampoco había otra persona para realizar los tediosos trámites. Existía un tercer motivo, oculto por lo profundo y casi con seguridad, si Ada se lo insinuara, ella lo negaría sinceramente.

De familia muy antigua en el pueblo, ante la triste circunstancia no podía dar un paso sin que algún vecino se acercara a brindar su ayuda en el caso de que la necesitara; a comentar lo doloroso de la situación o, simplemente, a ofrecerle sus condolencias, aunque la mayoría la hubiera acompañado hasta dejar a doña Leonor descansando en paz.

Aunque tanto saludo en cierta medida la cansaba, nadie hubiera podido darse por enterado. Rita era casi la copia de un padre que, habiendo nacido en la Gran Canaria, se autodenominaba “canarión, de esos que no cantan pero tienen buen humor” y a todos respondía con sonrisa de agradecimiento y alguna que otra frase ingeniosa.

Una de esas mañanas se encaminó resuelta hacia el Banco. Los Garófalo eran conocidos por su tenacidad y capacidad de ahorro y doña Leonor no fue la excepción.

La cuenta bancaria estaba a nombre de las dos, le recordó Stella Maris.

–¿No viniste a firmar? –preguntó con cierta duda, y ella asintió por no parecer tonta o ignorante. Consideró inútil contar detalles sobre la relación familiar.

De todas maneras, si su madre no hubiera tomado esa precaución, es difícil imaginar que el Gerente se hubiese negado a entregarle el dinero hasta que finalizara los correpondientes trámites legales. ¿Quién no conoce a Rita Leonor Morín?

Estuvo unos minutos escuchando el asesoramiento de la empleada que parecía una amable máquina de repetir palabras y salió encogiéndose de hombros. El sistema bancario no era tan complicado como había supuesto.

Ahora, dentro de la tristeza que significaba quedarse sola, para ella había llegado la hora de cumplir con un antiguo deseo: instalar su propia Peluquería para Damas en el local donde su padre había remendado los zapatos de todo un pueblo.

Leonor amaba tanto a su esposo que al quedar sorpresivamente viuda, apenas atinó a cerrar el taller de calzado dejando las máquinas intactas. Para Rita era un despropósito que el abandono se apoderara del local que ella necesitaba para ejercer su oficio. “Cuando yo muera, haz lo que quieras; mientras esté aquí, me obedeces a mí. No necesitas trabajar”, era su frase favorita e inolvidable. “Hay cariños que si no matan, te ahogan”, le contestaba en voz baja, muy baja.

Había llegado, por fin, el momento de dar una vuelta de campana a su vida, comenzando por el desalojo del taller. Para ello contaba –y ya se habían puesto de acuerdo– con la ayuda de su mejor amiga.

Faltaba poco para que Ada saliera de su trabajo, así que la esperó sentada en un banco bajo el aromito de la plaza Concepción.

–¡Ada, parecés una naturaleza muerta! Toda vestida de manzana verde y esa flor en el pelo! ¿Cómo podés? Serás una buena empleada pero cualquier día de estos te van a echar por ridícula, querida.

–Vos hablás de envidia, los cinco kilos que te sobran te hacen delirar. Lo que baja la balanza no es el negro, te-so-ro, sino la “bocca chiusa”, como diría Leonor. Que en paz descanse tu vieja…

Más que darse besos, chocaron sus mejillas riendo a carcajadas.

–…Y mejor será que no vuelva. Ay, no, Rita, disculpame, fue una broma. ¿Cómo estás?

–Ahora, parada. Hasta que llegaste vos, sentada y tranquila. Vamos caminando hasta el taller que te cuento.

Rita repitió como pudo y supo lo que Stella Maris le había explicado, agregando que los ahorros implicaban una suma bastante importante, más de lo que ella pensaba. Que le alcanzarían para arreglar el local y comprar todo lo necesario para empezar a trabajar.

–Pues mañana mismo le hacés poner un hermoso marco al diploma de la Asociación de Peluqueros. ¡Que todos sepan que sos peluquera diplomada, Rita!

Sonrió apenitas Rita Morín. Acababa de entender cómo era eso de sentirse triste pero contenta.

Caminaron las cuatro cuadras casi en silencio, emocionadas porque nunca habían intentado siquiera mirar a través de los vidrios de la puerta.

Sabían que estaba la gran máquina de coser, la lustradora de varios cepillos, esa especie de pedestal de hierro donde el gran Morín acomodaba los zapatos y dale que dale con el martillo a los clavitos que iba buscando en la vieja lata de betún. ¡A qué velocidad colocaba las media suelas! Toc, toc. Dos golpes para cada clavo eran suficientes para coronar su trabajo. Ella podía pasarse las tardes mirándolo trabajar, sentado en la silla petisa, con ese delantal que había sido gris, o no.

Los olores de la infancia no se olvidan, su papá estará siempre junto a la cola de pegar y la sopa de gallina tendrá recuerdos de la cocina de Leonor.

Empezaba a lagrimear cuando doblaron la esquina y allí, mirando hacia adelante, en la vereda de enfrente, vio lo que ya consideraba su peluquería.

23/06/2011



jueves, 23 de junio de 2011

LAS MANOS


Alejandra nació gracias a las manos del médico de guardia que asistió a su madre al borde de unos increíbles veinte centímetros de dilatación. También le debe la vida a las espaldas del mismo enguardapolvado que la cubrió cuando el techo del quirófano se desplomó sobre la parturienta, el médico y la recién nacida luego del estallido de la bomba. En ese momento de un nacimiento accidentado, Alejandra perdió la maternidad que le correspondía pero no así el cuerpo de su madre que la acompañaría como una legumbre durante sus primeros quince años. Sin maternidad, entonces, pero bien protegida por su padre, Alejandra aprendió a masticar la carne que alguna mano le acercaba a la boca con una cuchara a medida, a levantarse sobre sus pies sabiendo que una mano habría de sostenerla y contenerla, a completar sus deberes con una mano amiga que imitaba su letra, a guardar a sus íntimos en el repertorio del teléfono que una mano protectora supo conducir, a cerrarle los ojos a la madre el día que unas manos la desconectaron de aquella horripilante existencia llena de tubos. Alejandra se hizo más grande que su piel y su conciencia y abandonó el abrigo de aquellas manos para hacer su eclosión. Y fue genial porque conoció a Lautaro, quien necesitaba abrigar a alguien. Y vivieron felices.

José nació de casualidad. Su madre no pudo comprar la píldora, y todos los intentos que hizo la mujer por abortar fracasaron. El pendejo se le había metido por ahí, y por ahí saldría. Compresas de perejil mojado en vinagre, tenedores de a pares atados con una banda elástica y a no moverse por dos días, golpes y caídas premeditadas cuando la panza estaba por explotar. No hubo caso, José nació a toda costa. Y la casualidad fue porque nació en el lugar menos pensado para él: en un hospital. Su madre hizo el último intento de aborto ingiriendo veneno para ratas. Una vecina se preocupó cuando oyó los gritos de un dolor desgarrante, llamó a la policía y a continuación llegaron los bomberos y una ambulancia. El veneno adelantó el parto que la mano de uno de los enfermeros contuvo hasta que la ambulancia llegó al hospital. Y así nació José con una madre que finalmente lo abandonó en el portal de una iglesia una semana después. La mano del orfelinato le marcó los límites a cachetazos hasta que se escapó por primera vez. En la calle perdió su civilidad pero ganó independencia. Todo estaba ahí. Las manos de la cordura lo capturaron para meterlo otra vez en esa prisión para niños que nunca lo fueron y entregarlo a otras manos que se desvivieron en buenas intenciones. José declinó la proposición de esos padres ajenos y se casó con la calle y sus oportunidades que lo recibió con las manos abiertas. Y vivieron felices.

Fernando, el tercer varón, nació una mañana inhóspita de julio en su propia casa. La partera no vio motivo para alarmarse cuando las dilataciones de la futura madre se sucedían con un ritmo matemático. De hecho, se alegró de que el gurrumín no necesitara mayores esfuerzos en su trayecto, no más que el de sus manos que contenían el cuerpito mientras iba aflorando. Tampoco hubo necesidad de cachetearle las nalgas. Fernando nació llorando a todo pulmón. La madre se quejó del frío, entonces la partera se apuró a limpiar al bebé y lo recostó en su seno. El bebé estiró la mano arrugada y la apoyó sobre la cara de su madre. La partera se puso a ordenar el material. Unos minutos después llamaba al hospital con el bebé en brazos. La madre de Fernando había dejado de respirar para siempre. Pero la criatura tuvo todo el apoyo de su padre. Las manos del hombre lo llevaron a los brazos de su nueva mamá. Las manos de esa mujer lo vistieron con las mejores ropas, y más tarde esas mismas manos firmaron los cheques para que Fernando estudiara en el mejor colegio bilingüe de la zona. Allí conoció a Juan Carlos y se enamoró de él. Y aunque un tiempo después tuviera que casarse con María Emilia para separarse de ella antes de terminar la facultad, volvió a encontrarlo de casualidad en una despedida de soltero. Fernando le tapó la boca con las manos y lo besó. Y vivieron felices.

Obligado, un 29 de febrero nació Amílcar con seis meses de gestación porque su madre hizo una sobredosis mortal. Como su padre había muerto días antes en un asalto en la puerta de su casa, a Amílcar lo criaron sus abuelos paternos. Fueron las manos de esas dos personas las que lo metieron en un corralito que definía todos los límites. Esas mismas manos lo condujeron a la primera comunión y poco después a los “boy scouts” de la parroquia. Sin méritos en los estudios, Amílcar erró por las zonas oscuras de la desocupación hasta que la mano de su abuelo le indicó la única dirección posible: la de la gendarmería. Lo tomaron más que nada por recomendación, aprendió a usar sus manos con un revólver y a transcribir las declaraciones de víctimas y acusados en una perfecta tipografía. Conoció a varias personas con las que tuvo relaciones inciertas y contradictorias y lo pasaron a vigilancia externa. Un día se sintió casi satisfecho en su departamento alquilado de 30 metros cuadrados con jardín y se dijo que un perro le vendría bien. Compró en una veterinaria del centro un labrador español al que bautizó Fátima, sin importarle el sexo del animal, y decidió que eso le era suficiente. Y vivieron felices.

Es tarde y hace frío. Fátima no puede contenerse y mea en el rincón de la cocina. Amílcar se da cuenta, acorrala a Fátima contra la puerta cerrada que da al jardín y levanta la mano para castigar la incontinencia. El perro ve venir el azote, golpea varias veces con desesperación el vidrio de la puerta hasta que lo rompe. Atraviesa el jardín, salta el ligustro y se aleja por la calle hacia el centro. Amílcar putea, automáticamente se calza en la cintura el arma de servicio y sale a recuperar su mascota.
Es tarde y Juan Carlos otra vez no llega, se queja Fernando. No lo incomoda la ausencia previsible de su pareja sino ese estado de incertidumbre que lo agobia cada vez que se siente solo. Si bien le quedan cigarrillos, decide salir a comprar un paquete por las dudas. Ya en la calle y en plena noche invernal, se abriga el cuello, se refriega las manos y avanza contra el frío que él mismo sabe se impone.
Es tarde y necesito guita, se dice y redice José justo antes de abrir la puerta del poli-rubro. Su mano derecha empuña una vieja Beretta 92S comprada unas semanas atrás a los gitanos y se siente en su salsa.
Es tarde, le dice Alejandra a Lautaro que se desparrama en el sillón del living. Ordena las páginas también desparramadas sobre la mesa y le agradece, sin tu apoyo y tus manos dispuestas nunca hubiese podido terminar la novela. Lautaro agrega que con una cerveza todo sería perfecto, y Alejandra responde que ella se hace cargo porque la heladera está vacía. Se abriga, lo besa y sale a la calle pensando en las posibilidades, en todas las posibilidades y en unas buenas latas de cerveza a esta hora.

Alejandra entra en el local y luego de un nznchs protocolar se dirige hacia los refrigeradores. Fernando está pidiendo un atado de cigarrillos que no fumará y entabla conversación con el empleado. José atraviesa la puerta, apunta a todo el mundo con la Beretta y ni siquiera dice arriba las manos. Fernando se asusta y obtempera la orden implícita haciéndole al asaltante el gesto de calmarse con sus manos abiertas. El empleado con los ojos desorbitados abre la caja y comienza a sacar los billetes. Alejandra aparece desde el fondo con dos latas de cerveza en las manos y no puede contener el grito. Amílcar, siguiendo las supuestas pisadas de Fátima, pasa en ese mismo momento por el poli-rubro y se da cuenta del incidente. Desenfunda su arma y entra al local. Las manos de Alejandra suben casi de forma automática a su boca para acallarla. Las manos de José que empuñan el arma sobre el empleado del poli-rubro giran y ahora apuntan a la cabeza de Alejandra. Fernando, siempre con sus manos alzadas, se inclina primero y luego se interpone entre Alejandra y José. Amílcar en el vano de la puerta comienza a gritarle a José, que gira la cabeza y aprieta el gatillo del arma.

Los dos disparos repercutieron casi al unísono y Fátima aulló en la esquina como un lobo. La bala de José atravesó la mano derecha de Fernando, lo que impidió que el proyectil alcanzara a Alejandra. La de Amílcar penetró la nuca de José para a continuación arrancarle los ojos y parte de la nariz.
Hubo después manos que vendar, manos que se apoyaron sobre hombros, manos que se refregaban unas con otras, manos que contenían cabezas, manos que señalaban, que no dejaban de señalar, y las manos abiertas de José en el piso. Durante un momento inimaginable dejó de hacer frío en el local. El mismo momento en el que a unas pocas cuadras unas manos traían al mundo a Cecila y cerraban los ojos de su madre.


martes, 21 de junio de 2011

LA MUJER DEL PARAGUAS...

Cada tarde sale con su libro en una mano, y el paraguas en la otra, cruza la esquina casi sigilosamente, llega al bar pide su té verde y allí se queda dos horas leyendo.
Es muy cortes en su forma de dirigirse al personal del establecimiento, pero nadie sabe quién es y a que se dedica sólo que cada tarde a las dieciséis llega envuelta en un perfume francés muy particular toma su silla y apenas marca el reloj las dieciocho sale presta y dobla en la esquina… Nadie se explica porque lleva siempre ese paraguas aún en días soleados, en días plomizos, en pleno verano con cuarenta grados y sol pleno…El clima poco tiene que ver con que lleve ése paraguas.
Nadie lo sabe, sólo ella y él, ese amor al que espera desde hace cinco años y nunca llega.
Una tarde espero más de la cuenta abstraída en su lectura, a su lado tomo asiento el dueño de aquel paraguas, nada le dijo, la miro mientras ella abría grande los ojos, fruncía el seño, sonreía y hasta se emocionaba ante la lectura… Él tan sólo la observaba mientras sorbía lentamente su café, luego sonrío y volvió a mirarla mientras se colocaba su tapado gris, su sombrero y partía del bar sin decirle una sola palabra… al sentir el ruido de la puerta cerrarse el golpe en seco le llamo la atención a ella, quien dejó su lectura, y levanto la vista por sobre su hombro izquierdo, alcanzó a ver la figura delgada que se perdía entre la bruma de la noche que había llegado, sonrío y pensó que tanta lectura la estaba haciendo alucinar, pidió su cuenta y se retiró pensando que él nunca llegaría a la cita… dejó el paraguas sobre la silla y uno de los empleados le advirtió sobre el olvido, ella sonrió y respondió, ése paraguas, ese paraguas no es mío y se marchó.

SINRAZÓN








El club “Sinrazón” reabrió sus puertas, luego de ser aceitadas las bisagras, pintada de verde esperanza la entrada, y eliminado el polvo acumulado en el infeliz recinto, durante cinco años.
Se había cerrado por falta de afluencia popular. Los diez socios restantes, hicieron lo posible por mantener a “Sinrazón” con vida, pero fue inútil. Un domingo de otoño, embarrado de humedad y embargado por las deudas, sus puertas se cerraron y el mundo siguió andando.
Hoy ya recuperado, invita a la comunidad de Villa Cimera para el sábado diez a las nueve de la noche augurándoles pura diversión. El costo de la entrada será la consumición que el socio pida a su mesa ya reservada con anticipación. El menú constará de empanadas, vino tinto, Tiramisú de postre y café. La consigna, llegar disfrazado.
Los carteles pegados en el pueblo enteraron a todo el que sabía leer del acontecimiento. El entusiasmo fue tal, que en la mercería “Marita”, única en el lugar, la gente hacía cola para comprar lo necesario y poder confeccionar el disfraz que luciría el próximo sábado.
Antonia trató de disimular su rolliza osamenta con el traje de “Gatúbela”. La capa necesitó cinco metros de brillante satén negro para tal efecto, sin lograr su cometido, pero ella estaba feliz. Por fin estaría cerca de su amado, idolatrado y tan querido amor.
Todas las mañanas lo veía pasar desde la panadería en la que trabajaba. Él siempre iba apurado, y si alguna vez había entrado a comprar pan, ni siquiera la había mirado. Esa noche puso especial esmero en arreglarse y colocar detrás de sus orejas su colonia preferida, “Cocoa y Vainilla”.
Antonia olía a torta recién hecha, estaba para comérsela.


Juan eligió el disfraz de médico. Para la ocasión se compró un delantal blanco y colgó de su cuello un estetoscopio, único testigo de una carrera que nunca empezó, provocando la frustración de la familia entera.


Antonia llegó una hora antes. Se ubicó en una mesa cerca de la pista de baile. Pensativa, trataba de imaginar cómo haría para llevarse a la boca la sabrosa empanada con la máscara de Gatúbela puesta. Bueno después de todo bien podía renunciar al mayor placer de su vida. Al pensarlo, una lágrima escapó quedando presa debajo de la tela.


Cuando entró Juan, quedó paralizada. ¡Qué apuesto era así vestido de médico!
La música daba lugar al comienzo del baile.
Antonia no podía dejar de mirar a Juan, a su lado las empanadas pasaban, pasaban y pasaban…
De pronto fijó sus ojos en Juan. Él sonrió y muy decidido, se fue acercando a Gatúbela que esperaba ansiosa. Ella se paró audaz y empezó a caminar cruzando el salón. Cuando estuvo a dos pasos de Juan estiró sus brazos con un gesto que parecía decir: ¡Aquí estoy tómame!
Juan siguió de largo. Antonia se quedó dura, sin poder moverse, sólo alcanzó a escuchar ¡Mi amor, como demoraste, no sabés lo ansioso que estaba esperándote!
Dicho esto, Juan se fue del brazo de una rubia despampanante.
Pasó a su lado una vez más… sin mirarla.





lunes, 20 de junio de 2011

SINRAZÓN


El Club Social y Deportivo "Sinrazón" de Villa Cimera en breve abrirá sus puertas para solaz de los nuevos socios.

domingo, 19 de junio de 2011

PELUQUERÍA PARA DAMAS

¿Dónde si no es en Villa Cimera podría estar ubicada la peluquería de Rita?
Dentro de unos días podré reincorporarme para leer todo lo que escribieron...
Este año vino flojo de salud, digamos, propenso a obligarme a dormir en sanatorios, guardias de hospitales y esas menudencias. Nada grave por suerte, pero continuado, la pucha!
Nos vemos pronto!
Besos a todos
Lulú

sábado, 18 de junio de 2011

LA FARMACIA






Historia y pormenores de la Farmacia de Villa Cimera en próximos capítulos.
Gracias mil al Chino, cuyas instrucciones he entendido sin problema merced a mi dominio del mandarín, y gracias a Adela, cuyas instrucciones enviadas por correo electrónico he entendido sin problema merced a nuestra lengua común.

¡Glacias, caballelo!

¡Gracias, señora!

Besos,

Celia,

lunes, 13 de junio de 2011

Comentario a "Reflexiones de un lunes de junio"...

... que ignoro por qué no me deja colgar del mismo hilo... En fin, misterios de los blogs.
Lo que quería decir es:
"Quizas dando más tiempo para votar tengamos más participación, creo que un fin de semana es poco.
No tengo autoridad moral para criticar a nadie, ando bastante loca con el trabajo y por eso estoy escribiendo de a ratitos, nomás. Pero recuerdo bien que la discusión pr este concurso fue bastante brava y quizás por eso no hubo más participación.
¡Para la próxima, sugiero que discutamos menos y escribamos más!"

PD importante: ¿Alguien sabe cómo hacer "cortar y pegar" desde un word, por ejemplo? ¡Porque no me da ni cinco de bolilla cuando lo intento!

¡FELIZ DIA DEL ESCRITOR!







Recibí un saludito hoy y así me enteré de que es el día del escritor.





Queridos "cólegas", ¡FELIZ DÍA A TODOS!

¡Besos a los ganadores!

¡Felicitaciones a Jorge, Adela y Dante!
¡Gracias a quien le gustó mi cuento y lo votó!
Mi agradecimiento a Greis, diosa de los sufragios.
A los ocho que votamos: qué poquitos pero ¡Presentes!
Igual creo que es para pensar: invertimos un montón de espacio decidiendo si publicábamos los cuentos con seudónimo o no, algunos defendieron mucho su postura en aquel momento y al final fue mayor el interés que despertó discutir las bases del concurso que participar escribiendo y/o votando.

Cariños para todos,
Ale.

PD: Imposible publicar en comentarios...

MARTINA - C/Lulú




Allí está su banco. La espera. Martina llega siempre a la misma hora. Cuando el sol le dice acá estoy, en tanto acaricia su rostro y entibia su cuerpo. No está sola, su paraguas amarillo la acompaña siempre. Lo necesita. Ya es tiempo de abrirlo. Sabe que al hacerlo comenzará a rodar sobre él una lluvia fina y persistente de sueños incumplidos, de anhelos posibles que flotan en el aire esperando ser tomados. Estira su mano impaciente. Aparece la casa soñada, con un jardín florido y en el fondo la quinta con olor a verduras recién cortadas por Juan, su marido. La villa en la que vive huele feo, muy feo. De pronto el cielo se oscurece, cierra el paraguas. Una tormenta de recuerdos ingratos cae sobre ella, pequeñas piedras pegan en su cuerpo lastimándola. Su triste infancia con un padre alcohólico que termina abandonándolas a su madre y a ella. La lucha por sobrevivir, mamá limpiando casas. Mamá… recuerda que antes de morir le dijo, hija sueña, no abandones nunca tus sueños, ellos te ayudarán a vivir.

"Bruscamente la tarde se ha aclarado

porque ya cae la lluvia minuciosa.

Cae o cayó. La lluvia es una cosa

que sin duda sucede en el pasado..." (J.L.Borges)


Martina abre su paraguas.







.

RESULTADOS SEGUNDO CONCURSO

Como dije, la votación estuvo más que reñida y fueron sólo 8 votos.
(Cuentos ordenados alfabéticamente)

CERTEZAS DE UN CRIMEN __ 2
DESTELLOS ______________ 2
LOS MEDIOS _____________ 2
AQUELLO QUE NO VEMOS ___ 1
PEQUEÑOS MILAGROS ______ 1

Atendiendo al inc. 9 de las bases:
"El ganador del primer premio podrá elegir dos de los cuatro libros que desee entre las obras citadas en el inciso 10. El ganador del segundo premio, podrá optar por uno de los dos restantes, definiendo así el premio para el tercer ganador. En caso de empate, se aplicará a tal fin el orden cronológico de presentación que tuvieron los trabajos."

GANADOR DEL PRIMER PREMIO:
DESTELLOS - Presentado el 28/4 por Jorge U. Malpeli (Melipal)

SEGUNDO PREMIO:
LOS MEDIOS- Presentado el 5/5 por Adela I. Alonso

TERCER PREMIO
CERTEZAS DE UN CRIMEN- Presentado el 13/5 por Dante Balzán (Nataza)

Greis

domingo, 12 de junio de 2011

MODERADOR/A SE NECESITA

Gentes, Adela expresó su voluntad de alejarse de la moderación del blog por el momento.
Necesitamos y agradeceremos algún/a voluntario/a para que tome la posta.
¿Alguien se ofrece? ¡En el asiento del fondo, enseguida, ya voy para allá!

Greis

Segundo concurso

Estimados y estimadas, siendo las 19:50 del 12 de junio de 2011





    Teniendo en cuenta que solo hubo OCHO votos, pensé que sería una buena idea extender la votación por lo menos tres días más, hasta el miércoles 15.





    ¿Qué les parece? Les recuerdo que deben enviar su voto a villacimera@gmail.com





    Greis

    sábado, 11 de junio de 2011

    EL PURA ESPUMA

    EL PURA ESPUMA.

    Si arrastre por este mundo, la vergüenza de haber sido,
    y el dolor de ya no ser, bajo el ala del sombrero,
    cuantas veces, embozada, una lágrima asomada,
    ya no pude contener...

    Como casi siempre ocurre en estos casos, la trenza vino por una cuestión de polleras.
    Aunque algunos dijeron, sólo para justificarlo, que fue un malentendido del Evaristo Gatica. Yo creo que no.
    No me pondré del lado de uno o del otro y trataré de contar los hechos tal como me los relató mi entrañable amigo, Tito Saúl, que sabía andar de mercachifle cargando sus mágicas canasta de mimbre por esta zona. Una vez cometí el pecado de comprarle algunas baratijas para regalar y desde entonces me acosó con sus jabones de olor y frascos de agua florida. Y cortes de telas, por supuesto.
    Por aquellos años saliendo del centro de Viedma hacia el sur, había un barrio que, no tengo ningún empacho en decirlo, no era peligroso para extraños y forasteros, siempre que tuvieran el esmero de presentarse con anticipación y manos limpias a los “taitas matones” del lugar, que eran quienes regenteaban toda clase de negocios turbios y obtener así el pase.
    Después de la guerra civil española, llegó al barrio Manuelita Caamaño, una linda española, raramente alta, de tez blanca, cabellos y ojos muy negros. Su tía, Francisca Martínez viuda de Caamaño, como le gustaba firmar, dijo que era de Galicia, precisamente de Pontevedra, sin agregar nada más. Sin embargo, la niña, lo supe por otras vías, había llegado proveniente de las hermosas calas de arenas blancas y árboles que llegan hasta el mar, llamadas playas Mean. Pero para no abundar en explicaciones incomprensibles para los locales, su tía refería, repito, a Pontevedra como su lugar de origen. Quince años después sucedieron los hechos que ahora cuento.
    La “galleguita” como apodaban las vecinas, a todas las muchachas que venían de España, sin importar si eran de Galicia, Asturias, o Maragatas, trabajó en los quehaceres domésticos de la casa, lavando y remendando para afuera.
    Tiempo después se empleó en la panadería de la esquina que forman las calles Congreso de Tucumán y Bartolomé Mitre, un poco mas al centro, llamada “Les biscuits” propiedad de un francés, también recién llegado; René Lozere, quien le enseñó a hornear con leña, sabrosas croissant, crocantes baguettes y panecillos cubiertos con semillas de sésamo, amapolas, o zapallos.
    Habrá sido el buen trato, o la amabilidad del francés, quien juró ser soltero y sin compromisos, que enamoraron a la “galleguita” quien al poco tiempo pasó de asalariada a socia del negocio.
    Como siempre ocurre en estos casos “el diablo metió la cola” y lo que en definitiva terminó como una hermosa historia de amor feliz entre inmigrantes, ( no se porque me adelanto), por poco concluye en tragedia.
    Para el mes de marzo, días antes de la boda, se apareció por la panadería el Evaristo Gatica, que para entonces, si bien, en realidad no era el “capo di tutti capi”, como un atrevido sofisma de si mismo aparentaba ser el más malo del barrio.

    -¡Quiero batirme con usted! -le dijo en la cara al francés.
    Manuelita, dejó la bandeja de “medias luna”sin completar y antes de retirarse para el fondo alcanzó a murmurar sollozando; - ¡nunca le di lugar!.

    Calculó mal el Evaristo, porque el francés lo miró de frente y sin bajar un tranco de pulga sus ojos claros, preguntó -¿Con qué armas? -No vaya a ser que el guapo ese, creyera que le tenía miedo; que peores peleas las había pasado en la resistencia de París.

    -Será a cuchillo mañana a las seis, en el patio de los Funes -contestó vacilando Gatica. Menos mal que había preparado con tiempo las palabras a decir, porque el francés, lo había desorientado de primera, con su firme repuesta.

    A la mañana siguiente, antes de las seis y para no desgraciar la casa, Lozere entró por el portón directamente al patio. Habían llegado mas temprano; cuatro testigos, dos por cada parte, y conversaban, de política seguramente, con el Comisario que también quería estar presente, por si corría sangre. (Tengo todos sus nombres pero no viene al caso mencionarlos).

    En el viejo álamo plateado del fondo todavía están grabados con cuchillo caliente, supongo, el año y los nombres de los ganadores de otros duelos. Algunos se repetían más de tres veces. No así el de los vencidos. Total ¿Para qué? ¿Quién se acuerda de los muertos?

    Bien arreglado y emperifollado con aroma de rico perfume francés, René Lozere, después de saludar a los presentes, se paró más acá de la raya trazada en la tierra, envolvió su antebrazo izquierdo con el poncho marrón tejido, regalo de Manuelita, desenvainó su cuchillo de a cincuenta, con empuñadura templaria y mango de roble, traído de Thiers y esperó a pie firme.

    En realidad todos esperaron hasta las nueve de la mañana.

    Consta en el acta levantada al efecto, que hasta esa hora Gatica no se había presentado. Nadie se olvida de una cita semejante. -Este Evaristo es un "pura espuma" -sentenció el Comisario y así quedó.

    Fue, nuevamente, mi amigo, el turco Saúl, quien relató en el boliche, tiempo después, que al Evaristo lo habían visto por Bahía Blanca, caminando como si nada, sin laderos a la vista, llevando no obstante, pegado a su nombre y apellido, como una extraña divisa el gracioso mote ganado en la porfía; el pura espuma .

    El expediente fue cerrado por la autoridad policial antes de abrirlo. Sin embargo igual fue caratulado, a fin de proveer si se diera, en otra oportunidad y circunstancia como "S/ DUELO CRIOLLO: RENE LOZERE - EVARISTO GATICA, EL PURA ESPUMA"

    Cuesta abajo -Tango – 1934
    Carlos Gardel - Alfredo Le Pera

    jueves, 9 de junio de 2011

    ESA MUJER DEL PARAGUAS

    -Esa mujer, la del paraguas, ¿la ves? Mírala bien, esa a la que el paraguas verde le oculta la mitad de la cara, ¿la ves ahora? ¿Qué piensas, que es Rita o que es su hermana? Como se parecen tanto… claro que son gemelas y eso ayuda pero no sé, no sé… ¿la distingues tú? Fíjate que ahora no recuerdo cómo se llama su hermana, lo tengo en la punta de la lengua, espera, ¿empieza por “a”’? No, por “a” no, estoy segura, sí, sí, eso es, tienes razón, Laura, así se llama, haberlo dicho antes, mujer, me ponen nerviosa estos lapsus de memoria. Espera, que se acerca… ¡Ay no! Se para ante aquel escaparate, cierra el paraguas y entra en la tienda… Pues yo de aquí no me muevo hasta saber si es Rita, aunque me extraña que sea ella, tan delgada, con lo gorda que estaba en los tiempos de la Uni, ¿te acuerdas? No sé cómo pudo engatusar a ese relamido de Gonzalo pero el caso es que la muy golfa lo engatusó, cualquiera sabe qué encantos ocultos debe de tener, porque si los tiene están encerrados bajo siete llaves, no hay más que ver lo poco que vale, que además de fea es una sosa de campeonato. Qué barbaridad, cuánto tiempo lleva dentro de la tienda, seguro que es de las que piden que les saquen un montón de trapitos para luego marcharse sin comprar nada, como si la viera, porque dinero no ha tenido nunca y Gonzalo sería todo lo que quieras, guapo, sí, o más bien resultón, pero más pobre que las ratas y sin porvenir de ninguna clase, tú me dirás, con un padre medio alcohólico al que cada poco tenían que ingresar en un centro de rehabilitación. Es verdad que después les perdimos la pista a ambos y lo de Gonzalo no acabó de cuajar, vete a saber si Rita se marchó a otra parte o si ha encontrado algo mejor, lo mismo hasta se casó, pero no creo, no era ella de compromisos sólidos sino de andar picoteando por aquí y por allá, la muy pájara. No te lo vas a creer pero hasta lo intentó con Paco, sí, sí, cuando Paco ya salía conmigo, por Dios, ¿cómo iba Paco a fijarse en semejante guiñapo? Mira, mira, ya sale, pero no viene hacia aquí, ni siquiera ha abierto el paraguas, ahora entra en esa cafetería y lleva una bolsa, habrá comprado algo después de todo, algo barato, por supuesto, y sí, sí que es Rita, ahora estoy convencida, esa forma de contonearse es inconfundible. Y está delgada, ¿estará enferma o serán los disgustos? ¿Que qué disgustos? Pues no sé, chica, lo digo en general, algún disgusto tendrá, todos los tenemos, a ver por qué ella iba a ser una excepción, y por supuesto que sus disgustos serán muchísimo peores que los nuestros, no te quepa ninguna duda, no hay punto de comparación entre nuestras vidas y la suya, pero fíjate, ya sale de la cafetería y no está sola, ¿quién le ha abierto la puerta? ¿Quién le abre con tanta galantería el paraguas? ¿Puedes reconocerlo? Pero, pero…¡si es Paco! ¿Qué hace Paco con esa arpía? Y le está dando algo, puedo verlo, no sé qué le da pero acaba de ponerle algo en la mano. Ya está, seguro que se la ha encontrado ahí dentro, ella se ha hecho la pedigüeña y ya sabes cómo es Paco de generoso y lo fácil que se deja embaucar. Dinero, eso es lo que ha debido de darle, vete a saber qué historia le habrá contado Rita para ablandarlo. Pero, ¿qué dices? ¿Cómo puedes asegurar que Paco le ha dado una rosa, estás ciega? Que no, mujer, ¡una rosa, qué cosas tienes! Paco y yo somos como una piña, la pareja perfecta, pero si somos la envidia del club y, además, todo el mundo sabe que nuestra vida es maravillosa, maravillosa… Lo que pasa es que el paraguas abierto no permite que veamos bien las caras, eso es lo que pasa…Que no es Rita, que no es Paco, eso es lo que pasa…

    (P.D.Con la esperanza de que regrese Rita, la genuina, mi peluquera favorita...)

    miércoles, 8 de junio de 2011

    CONSIGNAS

    Holas cimereños!!!
    Llegó el momento de las consignas y ofrezco lo que se me ocurrió.
    Si no fuera por el error...
    La mujer del paraguas
    Es probable que dentro de unos días vuelva a la Villa, cuando esos queridos albañiles no anden por casa levantando polvaredas :)
    Un abrazo para todos y besos para todas.
    Lulú

    martes, 7 de junio de 2011

    SIMPLES VIOLETAS

    Perfumadas y armoniosas,
    así son mis rosas.
    - Presumía el rosal-.
    Mirando a sus pies
    el verde follaje,
    Burlona decía:
    -Mírate violeta,
    pequeña y modosa-
    Eres puras hojas,
    sin gracia, inocua.

    Así despreciada por su simpleza,
    se aplastó humilde
    en la dura en la tierra.

    Llegado el otoño
    que roba las hojas,
    desnudó sin piedad
    a la bella rosa.
    Engalanó a la violeta
    y le dio esplendor
    con preciosas flores de azul color.

    Avergonzado;
    comprendió el rosal
    -todos merecemos una gracia especial-

    Mudanza

    Hola a todos, terminé de mudarme y posiblemente el fin de semana ya tenga internet. Por ahora, leo desde mi trabajo, en algún ratito de recreo, y tengo dificultades para publicar comentarios (veo que a todos les está pasando parecido). Sólo quería saludarlos después de algunos días en los que estuve como en una "bisagra", la casa anterior la vacié y la entregué y la nueva todavía ni la armé ni la reconozco como mía. Raro. ¡Los extrañé y les mando un cariño grande!
    Ale.

    lunes, 6 de junio de 2011

    FRAGILIDAD ...dedicado a Celia, por su obra maestra (en el cuento de Germán y su esposa).


    EL AMOR SE TORNA FRAGIL si pretendemos llevarlo a un plano en donde el pasado, el presente y el futuro ofrecen pertenecerse y escindirse al mismo tiempo. Las circunstancias por las que se esté atravesando (uno y otros) esos afectos, todo cuenta aunque parezca que no cuenta.


    Ya la sola mención de que algo será (o es) del modo en que no se imaginó, ni se pactó, puede generar una fisión interior, una inmensa tristeza. Finalmente puede esto descomponer la secuencia más entusiasta de eventos ya generados, y ese anhelado proyecto.


    Por eso, es mejor siempre mantener expectativas dentro de términos precisos, y a la vez, vivir en consecuencia. Nada más catastrófico que el amor perdido, para que la vida misma se torne aburrida y la inspiración lograda (al fin) se nos vaya otra vez de las manos.


    No perdamos el ritmo, no nos distraigamos con propuestas inmaduras ni permitamos que una seguridad nociva nos arrebate lo que el destino nos está ofreciendo. No estaría de más mencionarlo y de hecho se entenderá esto que quiero decir, pero seamos también un poco tolerantes pues nunca se sabe, podría llegar a ser la última vez que nos demos ese rico beso y que además nos podamos esperar (como siempre lo hicimos) en aquel ansiado lugar. No lo arriesguemos entonces, todo así porque si.


    Por último, es comprensible que no logremos poder mirarnos a los ojos cuando algo se nos torna fronterizo y la impotencia se hace fuerte dentro nuestro, pero, que esa impotencia no se transforme en la excusa para escapar o refugiarnos en la seguridad de la cual renegamos frecuentemente.


    Siempre siempre, meditaremos, antes de tomar la última decisión, un poco más también. Siempre habrá una oportunidad, para volver, para retornar a nuestros días. Depende de cuánto orgullo y de cuanta serenidad guardemos para el momento apropiado, será el momento de abrir los brazos, y darnos un sí total. (tal vez sigue)...




    Lo importante en la vida es ser consecuente


    y tomar las decisiones a tiempo


    de este modo, evitaremos males mayores.



    

    LOS PEPINOS, LAS GALLINAS Y DIÓGENES (C. Alejandro)

    -A las seis en punto de una tarde plácida y veraniega estaba yo sentada en mi butaca con los pies sobre la mesita, leyendo el diario, cuando entró Germán por la puerta acristalada con ese aspecto de espantapájaros que adoptan todos los cincuentones cuando se aficionan a la horticultura y convierten su indumentaria en expresión visual de su nuevo hobbie.
    -“Tenemos un problema con los pepinos”- dijo con voz derrotada.
    -“No exageres” –le contesté sin levantar la vista del diario-.
    -“No exagero” – me replicó al mismo tiempo que emitía un sonido metálico. Quizá el sonido provenía de algún utensilio que llevaba en las manos o quizá no. Quizá se le estaba oxidando la voz. También.
    -“Sí, sí exageras y, además, doblemente. Ni “tenemos” ese problema ni, sobre todo, existe más que un pepino problemático Uno solo.”

    (Pobre Germán. Es tan, tan literal. Insistió en que teníamos un problema con los pepinos porque esa era su única preocupación y porque no ha nacido él para la metáfora y los símiles, ni aun para los más rudimentarios, burdos y lamentables. ¿Cómo explicarle que desde hacía una década yo ya había resuelto “ese” problema gracias a su amigo David? ¿Y cómo explicarle que sus pepinos literales y toda su pequeña plantación hortícola del fondo del jardín me tienen por completo sin cuidado? Y, para empeorarlo más, no me gustan los pepinos. Me repiten, sobre todo por la noche. Igual que el melón.)

    Veinticinco años de matrimonio crean, lo queramos o no, un vínculo. Germán tiene muchos defectos pero no es veleidoso y esa seguridad tan suya me provoca una oleada de cariño irreprimible. Un día, en un documental de animales, vi un mono afanado en botar una pelota. No había nada que lo apartara de su obsesión por la pelota, por botarla, y lo intentaba una y otra vez, y una y otra vez fracasaba. Sentí por el mono la misma oleada de cariño que me produce Germán. Siempre he admirado mucho la tenacidad.
    En este triple contexto de admiración, cariño y vínculo matrimonial expresé la pregunta que debería haber formulado desde el principio para no impacientar a Germán y para ahorrarme - y ante todo ahorrarles- este penoso exordio.
    La pregunta- no podía ser otra- fue la siguiente:

    -“¿Y cuál es ese problema que “tienes” con “tus” pepinos?” (Soy comprensiva, me dejo llevar por los sentimientos, pero hasta cierto punto).
    -“Se han vuelto amarillos, de un color amarillo pálido y, ¿sabes qué significa eso?”
    -“Una tragedia. El amarillo pálido no se lleva nada esta temporada.”
    -“Por Dios, no banalices - (por Dios, ¿cómo no iba a banalizar?)-. ¿Es que no te das cuenta de que se han perdido todos, de que ya no valen para nada? No los he cortado a tiempo y ahora los pepinos se han vuelto amarillos y, por lo tanto, amargos.”
    -“Germán –aquí levanté la vista del diario. La situación imponía un poco de cordura y la cordura se transmite por los ojos-, ¿qué importancia tiene? No son más que… ¿cuántos? ¿Diez, doce pepinos?”
    -“¡Treinta y nueve, y uno de ellos siamés!”
    -“De acuerdo. Treinta y nueve y el siamés. Mira, no pasa nada, tíralos o, mejor, ¿por qué no se los das a Julián y Vicky? No quiero decir para que se los coman ellos, no me mires así, sino para las gallinas. Seguro que las gallinas los comen, las gallinas se lo comen todo, no son tan exquisitas como para darse cuenta de que amargan.”

    (Julián y Vicky son nuestros vecinos. En un cincuentón hay aficiones peores que la horticultura como comprobé el día que Julián decidió criar sus propias gallinas.
    Detesto las gallinas. Son sucias, invasoras y rompen mi relax con sus molestos cacareos. Por no hablar del gallo. Porque el gallo es indispensable para la puesta de huevos. Y Julián quiere huevos frescos.
    Mentar la posibilidad de nutrir las gallinas de nuestros vecinos con los malogrados pepinos fue todo un acierto, como ya había anticipado para mí misma. A Germán le horroriza tirar cosas, es conservador por naturaleza y, con el tiempo, estoy convencida de que desarrollará uno de esos espantosos síndromes, el de Diógenes en concreto.
    No se lo pensó dos veces. Arrancó los pepinos y los llevó a casa de Julián que, agradecido, le regaló a Germán una botella de un vino sólo apto para curar heridas en tiempo de guerra.)

    -“Nunca pensé que los pepinos se volverían amarillos. Hasta ayer eran completamente verdes, de un verde precioso, ¿cómo ha sido posible?”
    -“No lo pienses más –lo tranquilicé. A las gallinas les encantarán-. Duérmete y deja de darle vueltas.”
    Y se quedó dormido, porque esta conversación la mantuvimos esa misma noche.

    De madrugada el gallo ya no cantó.
    Transcurrida una semana ya habían muerto todas las gallinas de Julián. Ya no invadían mi jardín; ya no ensuciaban la verja divisoria con sus repugnantes excrementos; ya no rompían mi relax con sus inoportunos cacareos.
    Muertas. Todas.
    ¡Bravo!

    La escopolamina es un alcaloide que se extrae del beleño. Produce amnesia y, en dosis elevadas, una amnesia mucho más duradera. Eterna, podríamos decir. Lo que yo no sabía es que, además, decolora las plantas.
    La probé en la maceta de begonia y la begonia amarilleó y murió. Luego rocié los pepinos con la seguridad de que empalidecerían y Germán tendría que deshacerse de ellos. Si la escopolamina no hubiese causado ese efecto en los pepinos los hubiera arrancado yo misma y alguna excusa habría inventado para justificarme ante Germán. Él siempre está dispuesto a creer cualquier cosa, la más elemental. O eso pensaba yo.
    Mi propósito siempre fue librarme de las asquerosas gallinas de Julián. Y mi propósito se cumplió.
    ¡Bravo!

    (Veníamos del entierro de David cuando Germán me dijo:
    -“Lo que mata a los pepinos y a las gallinas, por este orden, también mata a las personas. Qué pálido estaba el pobre David, y no sólo porque estuviera muerto con ser ésta una muy buena razón. Que tenga un buen sueño eterno. Eso le deseo, ¿qué otra cosa si no?”
    Me quedé mirando fijamente a Germán que cabeceó en un gesto afirmativo de una elocuencia atroz.
    -“Lo sabía desde hacía tiempo. También lo de los pepinos. No soy tan tonto como parezco aunque he de reconocer que fallé la primera vez. “Este coñac huele como el perfume de tu mujer”, me dijo David. Me había equivocado de frasco. Creí que la ponzoña que usaste para los pepinos la habías guardado en un frasco de tu perfume favorito pero no, conservaste lo que te sobró en otro diferente. Tú siempre guardándolo todo. Cuando seas vieja padecerás uno de esos síndromes raros, el de Diógenes en concreto. En fin, no pasa nada. Todo se ha solucionado. Tú te has desecho de las gallinas y yo de… bueno, prefiero no decirlo. Si no lo digo es como si no hubiera sucedido, ¿verdad?)

    Y esto aconteció dos meses después de que los pepinos empalidecieran y las gallinas murieran.
    Es cierto que veinticinco años de matrimonio crean un vínculo férreo…

    domingo, 5 de junio de 2011

    EL RELATO DE MARCELO(COMENTARIO)

    Sin dudas me he reido hasta la lágrimas con este relato, me ha encantado la vuelta que le has dado a una consigna en aparencia no tan divertida, pero tu le has sacado el jugo...
    Y lo dice un virginiana tipica que se ha sentido por de mas de identificada jjajajaj con tu relato,
    Que siga tu musa inspirándote asì, que nosotros disfrutaremos de la lectura.
    Besos y abrazos.

    EL HOROSCOPO

    El Horóscopo Jorge Umberto Malpeli (PISCIS)
    -Che “Casanova”, vestite -ordenó el oficial y agregó -tenés que acompañarnos. ¿Yo? ¿Y yo, qué hice ahora? Preguntó él, desde la cama. Más que un horoscopofilo, con el paso de los años se había convertidoen un horóscofiglio.
    Aunque tenía el símbolo Taiji tatuado en el brazo derecho y leía a Ludovica, nunca entendendió el yin y el yang, ni el hombre y mujer, suave y duro, abierto y cerrado, etc. Tampoco leyó mucho del horóscopo chino; si bien sabía que era el Conejo o Liebre no recordaba si era el Planeta Venus o el Monte de Venus. Su número de la suerte el 27.
    Tal vez por simple agrado y tolerancia se había sumado a los seguidores de la astrología normal y occidental. Nacido en Buenos Aires, al sur del ecuador, de igual forma admiraba y leía a los astrólogos del norte. -¿Tendría alguna importancia para las predicciones? -se preguntó en más de una ocasión.
    Su adicción comenzó a los veinte años cuando “hizo la colimba”(Correr limpiar y bailar). Durante las interminables noches de “imaginaria” leyó todo lo que encontró; diarios y revistas viejas, maltratadas por todas las “clases” que pasaron por el cuartel. Pienso que enloqueció un poco tambien de tanto leer y repetir, antiguos avisos publicitarios, como por ejemplo; “No diga ¡hola!... diga Olavina.” Había también uno que le gustaba entonar; “¡Qué lindos que están tus dientes, le dijo la Luna al Sol y el Sol contestó sonriente... me los limpio con Odol” y también recordatorios fúnebres, si se quiere un poco cómicos “Fiesta Cívica Casilda. Falleció en Casilda a los 82 años. Empresa Casilda srl. participa su fallecimiento ...”
    Conocía el signo de varios amigos y los perseguía leyéndoles los horóscopos en voz alta. Eran como decía él, un buen soporte psicológico; así a un desocupado le inventaba; -¡Mira que suerte! te salió que tendrás una sorpresiva reunión en tu primer día de trabajo y te enterarás de cosas importantes. Seguro es respecto del sueldo -agregaba.
    Leía diariamente el horóscopo del signo de su madre, ya muerta. Su mente horoscopada y enferma, imaginaba que él, era el heredero legítimo de todos aquellos textos que le fueran favorables. En la puerta de su baño tenía colgado, como si fuera un cuadro de una naturaleza muerta, el escrito que más le gustó en varios años; “Los juegos del amor son algo peligrosos sobre todo cuando no nos damos cuenta que estamos jugando. Si tiene que llorar por un amor, simplemente llore.” Y lloraba...
    Compraba varios diarios, sólo por los horóscopos y comparando sus letras elegía, a su entender, el más conveniente. Día por día y semanalmente los pegaba en una pared de su casa. Durante la semana siguiente los controlaba uno por uno y a los que no habían acertado en su predicción les dibujaba una cruz roja, y a los que sí, aunque fuese sólo a medias, los premiaba con una circunferencia celeste. ¿Habría elegido ese color por la “zona celeste situada a ambos lados de la eclíptica , de unos 16º de anchura”?
    -Che Casanova, vestite – repitió el comisario y agregó en la Departamental 27 tenés una demanda por acoso sexual.
    -¿Cómo puede ser? -preguntó -sí en el horóscopo de ayer me salió; “una deuda afectiva que alguien de su entorno tiene con usted hoy la salda y además, como sugerencia, agregaba, ¡tiene derecho a ser feliz!
    Antes de salir con el detenido, el comisario observó ese mismo texto pegado en la pared enmarcado con una doble circunferencia celeste._________________

    sábado, 4 de junio de 2011

    EL PROBLEMA CON EL AMARILLO PALIDO DE LOS PEPINOS ...y los signos del Zoodíaco. Consigna propuesta por Alejandro.

    Las personas reaccionan diferentes ante una problemática, algunas pueden sentirse impelidas a dar una respuesta concreta (de neto corte científico) otras con buen tino literario, querrán incluir en el relato alguna anécdota (tal vez algo vívido en su niñez). En el caso de aquellos que tienen inclinación por lo filosófico sentirán quizá la necesidad de pasar de largo, pues esto les quita posibilidad de reflexión.

    Entenderán algunos (los más extrovertidos y desafiantes) que les llegó la oportunidad y saldrán al cruce a dar su versión. Ya en el mejor de los casos, habrá quien simplemente se sienta entusiasmado con la idea y aprovechando alguna posibilidad que ofrece el tema, se mostrará realmente productivo.


    Sea como sea, una consigna inteligente enfrenta a uno con el vacío y desde el vamos la propuesta es “resurgir”. Ya porque somos esencialmente errantes o porque es la inmensidad la que nos hace sentir vulnerables, se nos impone de hecho la tarea y esta necesidad de ser creativos.


    Es que nunca podríamos sobrevivir sino es conectándonos a la humanidad (a través de un hilo o cordón) pues de otro modo quedaríamos varados, sin sentido, flotando en la nada. Es así que LA PALABRA será el elemento de supervivencia, mientras que el fluido vivificante (el que nos mantiene alimentados y activos) es LA RECIPROCIDAD.



    Veamos entonces, desde una visión descriptiva (pero amena) lo que podría llegar a acontecer respecto del problema "con el amarillo pálido de los pepinos”.

    ¿Como actúa cada signo en función de lo que percibe? [modelo Jugniano].

    Va plomo…



    ARIES: Considerado el primer arquetipo Zoodiacal, corresponde a este signo cardinal la cualidad irreflexiva. Se sabe que el Ariano es emprendedor y líder en la parranda, buen imitador, siempre anda en busca de una sana revancha, así que utilizará la palidez del pepino para compararte, a modo sarcástico podrá decirte: …che que pálido está tu pepino, nunca lo hacés tomar sol? De hecho si él o ella fueran los receptores del comentario, interpondrán la acción al pensamiento, y podrían responder al estilo: …por qué no te vas a cagar boludo/a ...yo me banco la palidez ¡cual es! Sabemos perfectamente que a estas personas no les va a afectar la palidez de nada, menos del pepino, y solo reaccionarán cuando alguien se hace el gracioso con ellos. El Ariano no come vidrio. Puede que pruebe el pepino pálido, tal vez, a ellos les gusta probar de todo, aunque si no se siente seguro es probable que te lo haga probar primero a vos. Es rápido de reflejos. Son buenos/as amigos/as (comparten su pepino).

    Hombres y mujeres con ascendente o luna en Aries, lo mismo pero más impulsivos, reaccionan por igual ante una chuscada te tiran el pepino por la cabeza y te mandan al diablo (digámoslo más bien así). No los contradigas ni los gastes, “ellos” son los reyes “del gaste”. Pepino el payaso era Ariano.



    TAURO: Es un signo leal y cariñoso, posesivo, con ideas fijas y de seguro si anda en busca de novia/o te mostrará el pepino y te dirá: hola… ¿a que no sabes cuál es el problema con el amarillo pálido del pepino? Cuando te diste cuenta ya estas amorosamente abrazado a el/ella y quizá en la cama. ¿El pepino? …quedó en la cocina. Y ni hablar de la palidez, eso pasa a ser un anecdotario de sus conquistas. Muy a menudo vuelve con la misma cantineta, es el signo que repite la acción, la creatividad no es su fuerte, son verdaderamente buenos en mantenerse fijos, de ahí que son signos afines aquellos se dejan malear (cáncer, libra, piscis).

    El ascendente o la luna en Tauro aporta a los nacidos lo que se denomina “dureza de criterio” y puede que si se plantaron en que el pepino pálido es bueno para el sexo, por todos los medios trataran de hacerte comer pepino pálido. Capaces de empezar un curso de Gourmet, no los desanimes diciendo que te hartaste y que ya no te pasa el pepino, porque se frustran y se transforman en rezongones mal hablados. Todo lo que sea amarillo pálido empezará a darles jaqueca y los pondrá de muy mal humor. Si esto acontece habrá que dejarlos tranquilos (no les hables) se les irá pasando. Para aquellos que quisieran reconciliarse una sopa de pepino con pimienta puede que los haga recapacitar (a estos fines, lo aconsejable es que se la sirvan en ropa interior). Por otra parte, los niños suelen hacerse adictos al pepino pálido pero si les cae bien el que cocina, aceptan por empatía.



    GÉMINIS: El signo de la comunicación. Hábiles y divertidos, los Geminianos sienten la necesidad de ir a contarle a todas sus amistades que se anotaron en un concurso de poesía, tema: el problema con el amarillo pálido del pepino. Durante una semana (y no más) el pepino amarillo es el nuevo boom y será el tema de conversación de estos simpáticos sujetos. En realidad, son pillos, saben bien que se trata de un buen "sheite” para iniciar una conversación con esa persona de la que gustan. Luego de experimentar con la poesía tratarán de capitalizar la idea y armarán una página web como tema de conexión para conocer “nuevas” amistades. Rápidamente inventarán al pepino miles de utilidades y diseñarán entonces un apartado para formar el club de fans del pepino, y así promoveran reuniones. Pero a no dejarse embaucar, no siempre sus fines son tan didácticos, de hecho no se los conoce por su abnegación ni por su tesón humanitario. Para ellos es y será “la variedad” su más pura y exquisita “necesidad” (Geminianos, Acuarianos y Librianos aquí están en su salsa). De entre todos los de aire, entonces, Géminis es el signo más influenciable, aquellos con el ascendente en escorpio o piscis, adquieren a medida que pasa el tiempo de sus vidas, una extraordinaria capacidad curativa y de hecho se hacen populares oradores espirituales. Así, con su mejor sonrisa, y con su palabra divina y penetrante, convencerá a Dios y a María de que el pepino siempre fue la hortaliza preferida de los creyentes y que todos debemos alabar al Señor, pues con su infinita benevolencia, él nos reveló a la conciencia de que el pepino existe y es digno reemplazante del pescado (más en los tiempos que corren). El hermano Miguel ha vivido toda su vida llevando la palabra a sus oyentes y es un entusiasta predicador de la fé. Por otra parte, qué más da, un buen pepino dice el Geminiano con ascendente en Sagitario: …te hace la vida divertida, y es bueno como quita pena.

    Ascendente o luna en géminis hace a la persona comunicativa y entusiasta, muy buenos como corredores de seguro, exitosos como intermediarios, conocen bien el rubro de la compra-venta. El problema del amarillo pálido del pepino, para estos sujetos, es pan comido. Te dan hasta 2 años de garantía asegurándote que el pepino pálido no va a cambiar de color.



    CANCER: El signo de los cocineros y de los jefes de hogar, este hombre ante un pepino se siente motivado, lo primero que hará es pensar (si está casado) …que bueno, se lo llevaré a mi esposa para que lo haga con los brotes y las remolachas que compre esta mañana. Por la noche este semental no tendrá el menor inconveniente en abrumar a la familia con un flor de pedo. Al unísono todos le dirán …..Oooole! Pues, el canceriano es realmente “amado” por los suyos. Quien más que él conoce como darle calidez al hogar. Generosísimo (con sus hijos y esposa) y más bueno que el Cuaker, este hombre nace con un secreto implícito, el secreto de la cocina. No hay que menospreciar su capacidad, no vaya un día a levantarse cruzado y no te habla más por una semana completa (si se levantó cruzado es por lo que le dijiste hace una semana o hace un mes). La canceriana es la sensible y maternal esposa, por su parte sentirá que ese pepino fue motivo de tanta felicidad y luego de que ha pasado un par de noches entre su marido y ella, lo guardará en la cajita de “recuerdos felices”. Ahhhh…

    Ascendente o luna en Cáncer hace a los sujetos adictos al pepino, lo más interesante del caso, es que aquí la palidez toma sentido. Afectos a la amistad, esta gente se puede llegar a jugar la vida por defender a un pepino que sufre humillación a mano de los inicuos. Don Quijote es la mejor expresión. Sancho Panza incluso tenía el ascendente y la luna en cáncer (eterno segundón, nene de mamá). Finalmente, y volviendo al problema con el amarillo pálido de los pepinos, vaya a saber cómo, pero estas personas se las arreglan muy bien para dejar de lado el tamaño y pasarla de perinola con el color. La sensación de amistad que generan estos cálidos seres con asc o luna en agua los hace siempre queribles. Y qué emocionante es reír (hasta el cansancio) con ellos, compartiendo en la cama, pizza, birra y pepino. Por si quieres detectarlos a simple vista, aquí nuclean las gorditas calentonas y los golosos que transpiran en verano. Ante un buen par de piernas o cachas podrás descubrir su perfil erótico, la rubicundez de sus cachetes los delata. Sensualistas y algo tímidos, se los suele encontrar en los Swinguers y acompañados de amigotes grasas. No discriminan a nadie. Muy queridos.



    LEO: Un signo al que le gusta conquistarlo todo. Su tara con la palidez del pepino proviene que le genera rechazo, pues no le es significativo todo lo que sea pálido. Para ellos todo debe “brillar”. Si le vendes un pepino dorado tal vez lo compren, pues eso le ayudaría a “ostentar”. No andan mucho detrás de las propiedades curativas de los alimentos, más bien quieren todo aquello que les aporte “vitalidad” a la cosa, pues que digan por ahí que comer pepinos hace al hombre “encantador”, andará entonces por todas las ferias posibles en busca de pepinos, incluso se dedicará a cultivarlos. No obstante, si sale en alguna revista que comer pepinos pálidos genera fanfarronería, de seguro se lo regalara a algún amigo (buscará al Ariano) pues "el" siempre estará dispuesto a ser EL MEJOR Je Je …soy un León, a mua! Las mujeres resuelven muy bien, su fortaleza las hace bien tolerantes y con buen sentido político se mostrarán interesadas por la palidez del pepino. Intimamente la detestan, pero tratándose de un buen partido, no se hará mucho problema, lo importante es que al tiempo habrá un yate o un viaje de por medio.

    El ascendente o la luna en leo por otra parte influye sobre la capacidad organizativa y el liderazgo, da seres muy “animosos”. Siempre y cuando les alabes se pondrán cada vez más participativos. Muy protectores. Cuando integren grupos buscarán de entretener a todos, porque ELLOS se consideran parte esencial y “dinámica” estén donde estén. Realmente lo hacen de buena fe y su empuje a veces no es bien comprendido por los racionalistas. Si tu objetivo es hacer sentir mal a este ser tan dinámico y entusiasta, no lo votes. Probablemente, abandone el grupo. El problema del amarillo pálido de los pepinos tendrán que resolverlo ahora entre los que restan. Terminarán echando de menos a este buen amigo.



    VIRGO: Este signo le pone lupa a todo, por ende, es probable que le desconfíe al color pálido del pepino. Si no encuentra una explicación razonable en internet sobre la palidez y al no existir tampoco un prospecto, irá a buscar una lente de aumento para ver de qué se trata. De seguro cuando vea que la superficie del pepino está craterizada y encuentre que está llena de seres extraños llenos de antenas y garras se horrorizará y lo desestimará. No vaya a ser que salga contaminado y termine perdiendo la salud. Pero, si supieran que el pepino de color amarillo pálido es bueno para mantener el control mental, de seguro lo dejarán ahí en la mesada de la cocina y a cada rato le echará un vistazo. Muy probablemente luego de lavarlo con lavandina se animará por fin a probarlo. Buscará un cuchillo de 2/3 de onza porque es el más adecuado para no partir la semilla. Finalmente, si le gusta, todo el mundo comerá pepino y a partir de aquí, el color pálido del pepino es sinecuanon la característica que lo hace “terapéutico”.

    El ascendente y la luna en virgo hace al “titiritero”. La creadora del topo gigio, el padrino, son ejemplos de estos grandes manipuladores de pepinos. Pepinolandia es de ellos.



    LIBRA: Este signo entiende como nadie lo que es la belleza y la armonía. La palidez le puede resultar un poco desconcertante, pero seguramente ella encontrará agradable al pepino y lo pondrá encima del tablero, luego pasará la tarde pintándolo y lo encuadrará finalmente como una reliquia natural. Probable organice en su casa una pequeña fiesta, pero de seguro que cuando llegue el momento de juntar la mesa desaparecerá con cualquier escusa. Muy probablemente dirá, voy a preparar el cuadro que pinté que por cierto alguien se lo llevará de premio esta noche. Cuando terminó de argumentar sus delicias ya se olvidó de lo que dijo y nadie se lleva nada. Respecto de ellos, serán inspirados modistos, decoradores de alta gama, cineastas, galanes de TV (Federico Lupi) siempre dispuestos a hechar el galgo (antes arrastraban el ala). Los veletas del Zoodíaco.

    Sujetos con ascendente o luna en libra serán creativos y simpáticos (los reconoceréis por los hoyuelos venusinos en sus mejllas) pondrán todo su buen gusto y dedicación en la promoción de terapias embellecedoras, lograrán venderte toda clase de crema y hasta perfume con esencia de pepino amarillo pálido. ¿No sabías que son afrodisíacos y sirven para detener el envejecimiento? Pepinómanos sin retorno.



    ESCORPIO: Para el nacido en escorpio la palidez del pepino es lo de menos, con que esté tieso y firme será suficiente. Es un elemento interesante para incorporar al arsenal de juguetes eróticos. Él cuando vea uno de estos, sea donde sea, enseguida entrará en éxtasis y de hecho pagará lo que sea por obtenerlo. En su imaginación está la clave de su energía. Incluso si por esa maldita casualidad eres el poseedor de “ese” pepino que a él le gusta, y si no se los das, te lo quitará a punta de pistola. Ya te lo advertí. No va a quedarse con las ganas de llevar a su cama el pepino. Y tratándose de ellas, tenemos que decirlo y sin vueltas, es “muy” importante el que no tenga rugosidades o bordes que raspen (el pepino debe ser suave y romo). Como dijimos, no les calienta el color, sino que sea un pepino “sensual”. Lo comprará en cualquier verdulería, como si no quiere la cosa, con la excusa de hacer una buena ensalada, obviamente para disimular la intención se llevara un montón de otras hortalizas que en realidad nunca utilizará, pero, guay que su hombre no haga honor al pepino que compró y dejo arriba de la mesada, porque a partir de ese momento tendrá la mujer más fría del planeta a su lado (y si ya lo hizo por segunda vez, los cuernos más grandes del planeta). Si ya tiene la idea montada, más vale que respondas a su convocatoria. Y esto no acaba aquí señor, de hecho las Escorpianas son seres rebeldes con cierto sentido por la soledad, suelen recluirse, pero no se alejan para nada de la realidad, siempre estarán deseosas de una nueva oportunidad y si la época aun no llegó, con la determinación de un sicario vestirán al pepino con un buen par de profilácticos y …a rodar mi amor! Hiiiija!!!

    Respecto del ascendente o la luna en escorpio genera sensualidad y sentimientos extremos, probable le guste a la mujer sacarse fotos hot… con un pepino en la mano y un Syrah en medio de sus piernas bien equipadas con medias can can y ligas al tono, sería la imagen adecuada para desentendernos de tanta palidez. Eso sí, para posar lo hacen con anteojos negros (les encanta permanecer anónimas). Los varones que ameritan este estigma, son sujetos intensos, una vez que encuentran la veta se transformarán en dedicados procesadores del mundo “interior”. Catalizan con maestría las necesidades ajenas y calman su avidez fomentando el encuentro íntimo. Entre otras cosas, son seres algo artísticos, pueden llevar adelante una excelentes producción fotográficas, y mucho disfrutarán si alcanzan a dar con este tipo de chica “sensual” (pues al ser semejantes se olfatean y se descubren mutuamente). Es un hecho que un pepino pálido nunca lucirá tan bien como entre ellos dos. Finalmente, si consiguen lo que tanto desean (saciar su necesidad de fundirse en cuerpo y alma) pueden terminar impulsivamente casados y viviendo en Francia (les encantará vivir en el país de la buena vida y del menaje troi). Muy capaces (si están bien estimulados) de escribir un libro entero sobre los misteriosos caminos de la meditación, tomando al pepino como herramienta mesoterapéutica aprovechable en la aplicación del reiki.



    SAGITARIO: El signo fiestero y viajero, no obstante además de su buen sentido por todo lo que sea la ley y el orden, responderán de manera filosófica ante este problema. Muy probablemente hombres y mujeres de este simpático y cálido signo nacieron con el hoyuelo en la pera (Kirk Douglas). Vivirán felizmente, pues su planeta y su representante mitológico (Júpiter) les aportará jovialidad y buena suerte, por lo que serán capaces de disfrutar de todos los lujos y de aquellos aspectos placenteros que trae la vida. Así junto a su “amigo” el Canceriano pasará sus buenas noches de pizza y birra (digamos que en realidad lo que le importa a este sujeto es “la mujer” del canceriano). Ellas, las sagitarianas “de Ley”, serán prontas a la carcajada y a los abrazos avasalladores, dotadas de gruesos y sensuales labios carnosos (Angelina Jolie) querrán vivir la noche del pepino en una discoteca de la ciudad, les encanta las fiestas y se diviertirán mucho arrojando pepinos.

    He aquí el regalo del cielo, si hay alguien en esta vida que quiera beneficiarse del ascendente o de la luna en sagitario, pues nazca en hora y lugar adecuado y serán realmente dichosos. Así es, a estos atléticos sujetos la vida les concede el derecho a gozar de la calidez y del buen gusto. Serán propensos a embriagarse, pero así como entran salen de la situación, pues poseen un innato sentido de la oportunidad y se mostrarán siempre capaces de superarse a sí mismos. La fama de gladiador la tienen bien merecida. Algunos caídos en el campo de juego, con diagnóstico de muerte súbita han sido sagitarianos. El consejo es no mezclar el Sindesnafil con alcohol la noche anterior a hacer un esfuerzo de competición. En síntesis, un signo que no influye en la sensualidad (escorpio) ni en la erogenicidad (libra) pues no cree en el pepino como sustituto durante la soledad. Es así que resultará difícil encontrar en estado de reclusión a estas personas. De ahí que no se llevan con los Piscianos ni con los Taurinos (muy caseros) y huyen de los/as escorpianos/as en celo. Solo con los Cancerianos atinan a juntarse (por lo dicho anteriormente). La palabra que los resume: Casanovas (Cyrano de Bergerac).



    CAPRICORNIO: Que seria es la vida che… ¿y si también me dedicara a plantar pepinos y así tuviera un ingreso más? El negocio será entonces para los austeros exponentes de este signo: “la palidez”. No se logra fácil el amarillo pálido en un pepino, en general esta hortaliza es de color verde y a medida que madura se torna morada. El pepino sufre con el tiempo “maduración” tal cual le pasa al Capricorniano. Su destino final: “madurar” (luego se tornan severos con el resto porque no toleran a los inmaduros).

    Así, los que ameritan ascendente o luna en el signo de La Parca, tienen como característica principal “la avidez con que se devoran a los pepinillos” (la cría del pepino). Encubren severidad detrás de esa máscara de tolerancia, pues su justicia es plomiza, cae sobre el ajusticiado como lluvia radiactiva. Fueron estos sujetos quienes llevaron adelante la práctica de la inquisición, disfrutan inquiriendo sobre el origen del mal. De todos los ascendentes y de todas las ubicaciones que pueda tener la luna, esta es la influencia más amarga del zoodíaco. O sea, hasta que se demuestre lo contrario, un probable generador de consignas amargas. No lo dejen solo con un pecador (menos a ella).



    ACUARIO: El signo “integrador” por excelencia, la palidez del pepino será motivo de debate en grupo. Altruistas e innovadores, van detrás del nuevo “gen”. Serán los visionarios y traerán al mundo pepinos de colores. La palidez simplemente los aburre. Entusiastas e inventivos se beneficiaran así mismo con sus logros (cobrando regalías por el patentamiento) pero también beneficiarán a la humanidad con los pepinos light. Este signo es el mejor (dicen sus cónyuges) porque saben poner su cuota de humor durante la convivencia. No se encuentra a gusto con el posesivo Tauro, con posesivo Escorpio ni con su opuesto, el posesivo Leo. Dice que le coartan su libertad y así amedrentan su extraordinaria “creatividad”.

    Aquellos que ameritan el ascendente o tienen la luna en acuario tendrán una dosis de inventiva y serán capaces de zafar de las garras de aquellos amantes con ascendente o luna en Tauto, Escorpio o Leo. La realidad es que odian comer pepino de prepo. El Che Guevara tenía el ascendente en este signo, intentó plantar pepino en Cuba, pero Fidel lo convenció (como buen Leonino) que el tabaco era mejor. Por eso se fue a Bolivia, donde encontró más soledad e incomprensión. Moraleja: si eres Geminiano (como el Che) dedícate a escribir como se gana la guerra (excelentes escritores y pedagogos) pero nunca te pongas al servicio de un Leonino si pretendes “libertad de acción”. No sea que la culebra se deslice por la sonsera y te de la vaina eh.



    PISCIS: Un signo que se las trae. Aquí señores el verdadero exponente, el inigualable y simpático “bipolar”. Lejos de ser (veleta) como el libriano, su finura espiritual va más allá de la necesidad de contacto. Nos encontramos con el hacedor de oportunidades Kármicas. Genios de la ilusión, mayordomo y rey (Pepino el Breve, conocido como el holgazán) pueden llegar a trucar toda su existencia. Su mayor exponente: Segismundo (el Minotauro en la novela de Calderón de la Barca). “Ella” es quien se la pasa quejándose de la palidez del pepino. Vio, los últimos serán los primeros dijo San Martín (un gallardo Pisciano).

    Bueno, para terminar diremos que el ascendente o la luna en este signo hace a LOS ETEREOS. Él es el eternauta y ella la eterna modocita soñadora. Suelen idealizar la vida y el pepino puede formar parte de su trofeo cotidiano. Secretamente fantasean con que su nombre se eleva hasta la fama inmortal, incluso se imaginan envejeciendo y muriendo junto a algún ídolo, se mandan hacer tarjetitas de presentación y por supuesto, terminan en manos de oportunistas firmando contratos maquiavélicos (pues el fin justifica los medios). Suelen almorzar o cenar muy frecuentemente en cualquier lugar que no sea en su hogar. En general nunca pagan, se las arreglan bien para que los produzcan y los mantengan. Pocos afectos a la vida en pareja, suelen pasar por décadas lejos de su amor (idealizado). Ellas/os dirán que en su vida los amigos son importantes, pero uno no sabrá nunca si son o se hacen (además terminan siendo verdaderas víctimas, o inescrupulosos victimarios!). Si sufren por consecuencia de una mala inversión, le echarán la culpa de esto al pepino (la cebolla los delata). No obstante, lo que no se puede negar de estos extraordinarios seres, es su antena para percibir oportunidades, su extraordinaria capacidad y el arte que tienen para sobrevivir al mismo tiempo “entre dos aguas”. Esto los hace “únicos” y terriblemente codiciados por los lobos solitarios. Dignos representante del “pez” estos nativos son fieles reflejo del escapismo (Rififí). Detestan el pepino, el color amarillo pálido les recuerda su carácter impresionable y caótico, dejaran de lado todo lo que les haga acordar su eterna palidez espiritual. La palabra que los resume: …divinos. Mirta Legrand es la exponente por excelencia (piscis con ascendente en piscis).



    Amigos, espero les haya gustado algo este modesto capítulo que nos introduce en la vertiginosa propuesta que nos trae la consigna. Se me ocurrió que una manera de entender el problema "con el amarillo pálido del pepino” sería analizándolo a través de la actitud Zoodiacal.

    Mis saludos a todos. Marcelo (deleted) …amigo de la palabra.



    P/D: Deseo agregar algo, es verdad que tengo tiempo para escribir, pero en realidad lo hago porque estoy de licencia. Me disculparán si he sido irónico en algún tramo, me pasa como a Saquian, mi naturaleza no me deja ser otra cosa. Y si en mi entusiasmo por ser profundo he tocado la susceptibilidad de alguien pido mil disculpas, trataré cuando escribo, de ser más Canceriano y menos Escorpiano.