viernes, 26 de octubre de 2012

Si...


Si bastaran
las rodillas en el polvo,
las manos suplicantes
y la boca abierta…
Si bastaran
el grito y el silencio,
la palabra susurrada,
el viento…
Si bastaran los aviones
los trenes, los barcos
y los pies llagados…
Si bastaran
la caricia,
la sangre y el deseo…
Si el perdón bastara,
si bastara el llanto,
continentes de arena
nuestros ojos…
Si bastara un mundo nuevo,
si bastara el alma
si bastara
un nuevo nacimiento…






lunes, 22 de octubre de 2012

Sobre el límite de la "verdad".


Nada es completamente cierto, la lógica de la verdad sigue un parámetro difuso, casi complaciente, de la manera más irónica que se puede esperar. No existe lo que los demás dicen que existe, a no ser que tú mismo lo hayas comprobado, necesitas reafirmarlo de algún modo, salir de la existencia de los otros, para dejar de convivir con la "verdad" causante de tus males, de tus dolores, de tus sueños, que a ratos son interrumpidos por la duda.

La duda, no tiene otro límite que ponerte a ti mismo dentro de la periferia de las preguntas existenciales, el problema principal de todo esto, es que, sientes ser parte de la existencia, ¿y si no lo eres? Al menos podrías preguntarte cuán parte te sientes de ti mismo, si es que eres algo, o alguien, o al menos una proyección del ser "canónico" humano.

Nunca te atrevas a llegar a la frontera sin antes haber aclarado tu forma, tu espacio, tus propios límites; busca una huella que puedas seguir, un atajo que te muestre un camino diferente. La soledad, muchas veces te descubre, te devela una no- existencia única que parece reencontrarte a ti mismo. Finalmente, te lleva a co- existir con ella para buscar el "sentido", pero siempre aparece el mismo problema, ¿cuál es realmente ese sentido?

En la vida (el medio de los abismos), TODO resulta probable, el único límite es el SER, (los filósofos siempre hablan de esto, de forma impersonal). El tema es que ese TODO debe ser construido, desde juicios valóricos, desde conceptos, que en realidad son anti- conceptos de vida, porque no te llevan a ninguna parte, más que a contribuir a una sociedad abandonada.

Todo a mi juicio termina abandonándose, tal como nosotros nos abandonamos, nos olvidamos de ser y seguir siendo. La sociedad se deja llevar, se desliga, se posiciona solo en una parte, a la que llamamos "verdad". Por esto, la búsqueda de sentido, no es nada más que una búsqueda vacía, que se encontrará siempre con el "sin sentido" de existir.

Lo único lógico de estas experiencias, es que si estamos seguros de que no encontraremos lo que estamos buscando, de alguna forma nos encontraremos con algo que finalmente nos haga olvidar, apartar, enmarcar, el fin último de ser algo "verdadero". Ninguna persona es completamente verdadera, a no ser que deje de existir. En este plano, la existencia toma un boleto de tren en pleno invierno y termina tirándose entre los rieles, para convertirse en un cadáver congelado y al menos "conservado" para crear una historia. La historia, los rastros, las huellas, los hechos pasados en general, terminan fabricando una verdad posible de un sujeto, pero nada ni nadie podrá decir que aquella persona existió; todo queda a la deriva, el cuerpo es un gesto, una pista más; pero la mente y el corazón se quedan con esa verdad nunca encontrada, se lleva todos esos secretos.

Seguramente, si dejáramos de buscar la verdad afuera, y la buscáramos dentro de nosotros, un secreto -al menos- sería revelado. Todo lo que parece probable, en realidad lo es, pero las probabilidades que elegimos quizá sean las incorrectas, -aunque no sé hasta qué punto exista lo correcto-. Solo existe una forma: apartarse de esas posibles verdades. Lo posible también se construye, lo cual implica que lo certero es un concepto antónimo a la verdad. Por lo tanto, cuando buscamos "el sentido", estamos lejos de encontrarlo realmente, a no ser que manejemos los códigos de la "rebelión", es decir, de derribar todo lo que esté en nuestro camino, aquello que nos impide ver las otras cosas posibles, aquellas que nos hacen elegir el abandono y la derrota. Entonces, la única verdad que debemos buscar es la que ya está dicha, lo que somos, lo que queremos ser, lo que pretendemos entregar. Se trata de una verdad que no se puede ignorar, porque sería negarse a uno mismo.

miércoles, 17 de octubre de 2012

Este fuego y esta llama




Ocurre simplemente.
Se desplaza el pensamiento
hacia la llama y el fuego,
mientras oigo la lluvia
y un mensaje
que no logro descifrar.
Este fuego
y esta llama,
ignoran esa lluvia
y su estéril desafío.
Sé que esta corteza que me envuelve,
me planta y me retiene,
secará los ríos temporales,
ofrendando barro al polvo,
polvo al viento,
viento a la semilla.
Pero…
¿Y esta llama?
¿Y este fuego?
¿Dónde el pedernal,
la chispa, la madera,
el metal, la fragua?
¿Dónde la caverna,
los misterios,
el aullido brutal
del hambre,
la noche desgarrada,
los terrores,
el olvido?

Como el agua que deja en los tejados
su monocorde melodía indiferente,
se escurre el pensamiento,
consumido en esta llama
y este fuego que no amaina.

Como el agua en los tejados
una y otra vez
goteando instantes,
volverás
envuelta en este fuego,
ardiendo en esta llama.

viernes, 12 de octubre de 2012


Otro texto y otro cuadro de Alejandro Costas

MANOS QUE HABLAN


      Está claro que las manos hablan. 
    Nadie en su sano juicio podría discutirlo. Quién puede defender la idea que sólo la boca tiene esa facultad exclusivamente. Si apenas nacidos, una de las primeras partes de nuestro cuerpo que registramos son, justamente, las manos y establecemos vínculos por su intermedio. A cualquier edad, dejamos traslucir nuestro estado de ánimo, descontentos y euforias, aún sin emitir sonido y siempre a través de ellas. Numeramos, aprobamos, saludamos… incluso mencionamos al miedo, en silencio, con un simple gesto. Las manos tienen un idioma independiente y voz propia. Y, siempre, reflejan nuestra personalidad.
 
     Nuestras manos en los bolsillos hablan de desgano. Desinterés.
     Un rostro apoyado sobre una mano, espera. Contemplación. 
     Una mano sobre un hombro, contención. Apoyo y calidez
     Estrechando la mano, saludo amistoso. Gesto cordial.
     La palma hacia arriba, ruego. Súplica.
     Un pulgar hacia arriba o hacia abajo, aprobación o condena.
     Un dedo índice en posición perpendicular a los labios, reclamando silencio.
     Agitándose en lo alto, denotando actitud positiva y a veces de excitación.

    Lo cierto es que son capaces de simplificarnos. Cuando no podemos expresarlo todo con la palabra compensamos dándole a las manos un movimiento enérgico. Sin mover los labios, en absoluto mutismo, permite expresarnos. Habla por nosotros. Lo que estamos por pronunciar, podemos callarlo por prudencia. Ellas, al ser instinto y reflejo, difícilmente puedan ser silenciadas.

    La temperatura de las manos denota emociones. Cuando las tenemos muy frías se ha suprimido esa energía emocional y puede haber falta de interés. Y si están sudorosas podemos estar en presencia de temor y congoja, pero, en general, abundará la emoción.

       Un movimiento con nuestra mano puede resultar infinitamente más creíble que un arsenal de vocablos. La gesticulación impulsa nuestras palabras. La reafirman y avivan. Aportan vigor a nuestras frases e inevitablemente se complementan.

      “Dar una mano”; denota solidaridad.
      “Parar la mano”; expresa advertencia.
      “Ir a contramano”, señala un camino erróneo.
      “Al alcance de nuestras manos”, cuando estamos muy cerca de un objetivo.
     “Manotazo de ahogado”, describe un estado de desesperación.
     “Poner las manos en el fuego”, refiere a la confianza absoluta sobre otro. 

     Desde tiempos remotos, para el hombre, las manos han sido modos de comunicación. Vehículos. Una época determinada puede palpitarse a partir de la huella que sus manos legaron. La historia del hombre está ligada directamente al hacer y el hacer lo ha forjado con sus manos. De hecho, en el arte rupestre también estuvieron presentes, fundamentalmente en un sitio arqueológico notable como “Las cuevas de las manos”. Sus pobladores, hace 9.000 años, dejaron un testimonio artístico incomparable. Lejos, seguramente, de tener un ánimo de perpetuidad, lo han logrado. Sus manos allí impregnadas, como lenguaje. Gestos como pura expresión del alma. Su impronta, allí reflejada, desafiando al tiempo, impalpable y abstracto. En cierto modo, deteniendo su efecto despiadado.

     La realidad, como un escenario cotidiano de manos negativas, conviviendo implacablemente con otras, positivas. Unas sobre otras intentando dominar. Son elecciones de vida que pugnan pretendiendo avasallar. Dos facetas muy naturales del hombre. Una dicotomía tan antigua como él mismo. Imaginemos…

       Un índice estirado que nos señala y acusa. Que nos incrimina. Nos imputa, justa o injustamente.
       Una mano sosteniendo una marioneta, nos manipula. A su vez, nuestras manos manipulan a los más débiles. Intentamos dominarlos. Víctimas y victimarios.
      Un puño cerrado que arremete sobre nosotros. Nos violenta. Apremia.

      Por otra parte y afortunadamente…
      Hay manos que crean. Una pluma, arcilla o un pincel son sus herramientas. Dejan testimonio. Reflejan su interior. Eternamente.
      
      Dos manos unidas por sus palmas elevan plegarias. Rezan. Aún creen. 

      Un par de manos que se estrechan. Van amistosa y solidariamente por la vida. Indispensables. Dignas.

      Un pueblo apoyado sobre la palma de una mano. Contención. Como la de un padre. Como la de Dios.
      
      Y el futuro? Incierto, por cierto, en la esperanzada mano de un bebé.

      Vale aclarar que, no es ellos los malos contra nosotros los buenos. Somos los mismos, capaces de tener un gesto autoritario y luego, uno solidario.
      Elevamos una plegaria al tiempo que agredimos a un par.
      Y en cuanto a manipulación, de ella los padres hemos hecho, casi, un arte. Torneamos la mente de nuestros hijos a voluntad, de acuerdo a nuestras intenciones y debilidades. Por esto tenemos expertos en manipulación que son nuestros propios hijos. E incrédulamente nos preguntamos… a quién saldrán así?

      Está claro que no es ellos contra nosotros, sino nosotros contra nosotros mismos…
 

PD:  Haciendo click en la imagen la pueden ver más grande y apreciar los detalles que comenta Alejandro en el texto

lunes, 8 de octubre de 2012

Le es vital al hombre [como a una nación] recibir honores de parte de sus coetáneos. Al cabo de un tiempo, se genera una suerte de familiaridad, que no le será impropia ni desfavorable. Esto es así, pues en el soliloquio de la soledad solo se agita el desconsuelo. QUIEN MEDITA Y SE ARMONIZA ENCUENTRA SU REGENCIA. [ALCANZA FRUICIÓN.]


domingo, 7 de octubre de 2012


DE PENA EN PENA CRUZA SUS ISLAS EL AMOR,
Y ESTABLECE RAÍCES, QUE LUEGO RIEGA EL LLANTO.
 
Nadie puede evadir los pasos de ese corazón, que corre callado y carnicero. Ahí, donde no crece el dolor, donde no llega la sal, tu y yo buscaremos un hueco, para estar juntos. Hagamos con nuestras manos un nido duro, librado de culpas. Juguemos a querernos mucho, sin aturdir al verbo, y sin faltar a la verdad. Aquí ...en esta ciudad roída, donde todo enloquece, y se pierde.
 
 
Aún sigue viva [esa sombra circundante].

miércoles, 3 de octubre de 2012

Pájaros negros



Pájaros negros se deslizan en la noche
(mimetismo cómplice de lunas escondidas)
El aire abre cuevas de vacío
para no quebrantar
el sigilo de sus alas.
Tú lo ignoras
pero cuando el sueño te arrastra
al mundo de la realidad que discurre
en planos diferentes,
se posan a tu lado, imperceptibles.
Mientras la ciudad adormece prisas,
la sangre golpea las paredes
y los duendes se embriagan,
te cantan melodías,
atrapando cada nota
con hilos invisibles que tejen pentagramas
para arropar tu desamparo
y rozar tu anhelo
con las letras y el sonido,
la ternura y el tormento,
de ese nombre silenciado,
tenaz,
irremediable.

lunes, 1 de octubre de 2012

El coro se hallaba ahí detrás, entonando la bella canción. De pronto llegó la cena. Y fue la primavera, recurrente y erótica, que se insinuó. Otra vez [una vez más].