lunes, 31 de diciembre de 2012

¡FELIZ 2013 PARA TODOS, AMIGOS! 

Los que leen, 
los que escriben, 
los que pasan "a ver qué onda"... 
todos, todos, todos... 
tengan un hermoso 2013
¡Vaya un abrazo fraternal 
escrito en color verde esperanza
Agradezcamos nuestras vidas,
que con sus idas y vueltas
son nuestras  
Greis



















domingo, 23 de diciembre de 2012

¡FELIZ LO QUE SEA!

Aquí estamos otra vez, en diciembre, festejando el cumpleaños de un Niño que según los estudiosos nació en abril y al que nadie recuerda porque fue tapado por un gordo de origen celta vestido con los colores de Coca Cola, en medio de árboles adornados con nieve con 32 grados a la sombra.

Y sin embargo... Me gusta la Navidad. Me gustan los deseos de paz y buena onda, me gusta compartir un momento con los afectos que están y levantar una copa por los que no están, sintiéndolos conmigo.

Espero que vos, que recibís este mensaje, también disfrutes de la paz, la buena onda y los afectos, que no tienen por qué ser solo recordados del 24 al 31 de diciembre.  El resto del año también cuenta.

Te mando un gran abrazo y todo mi cariño para estas fiestas, ya sea que celebres Navidad, Janucá, Ramadán, el Solsticio de Verano o el cumpleaños del vecino. 


Lo importante es el afecto que nos une y nos abriga, aunque haya 32 grados a la sombra.

¡MUCHAS FELICIDADES
Y QUE TENGAS UN GRAN AÑO!

martes, 18 de diciembre de 2012

Destino Celta - Narración y Música

Gentes, los invito a presenciar este espectáculo 
de narración y música celta 
el sábado 22 de diciembre a las 21:00 en 
La Claq, Avenida de Mayo 1156

Uno de los cuentos que narran es mío :)

Mas información: Agenda de la Escuela de Música Celta de Buenos Aires

miércoles, 5 de diciembre de 2012

La historia de una perífrasis


Una noche como cualquier otra,
un aire otoñal clandestino
parecía desbordarlo todo.
Había un farol entre dos manos tibias,
la poca luz iluminaba dos hojas café,
dos hombros,
dos espaldas,
dos miradas.
La luna rondaba de vez en cuando,
y a veces caía una estrella,
(¿cuántos deseos esa noche
se habrán cumplido?).
Pero pasó el otoño
y el invierno sucumbió
con el presente,
hasta que los árboles
se llenaron de flores rosadas,
que luego maduraron con tristeza,
recordando la misma noche de otoño.
Ni el agua dulce
ni el calor tibio del mar
pueden contenerse a ese momento,
ambos brotaron lágrimas
en honor a esas dos hojas café,
dos hombros,
dos espaldas,
dos miradas.

jueves, 15 de noviembre de 2012

¿Tuviste un mal día? Pensá en Beatriz



¿Tuviste un mal día? Pensá en Beatriz


Beatriz es una mujer que dormía en el portal de la Catedral que da sobre la calle San Martín. De edad indefinida y enormes ojos claros, tiene una conversación agradable y sorprende por su higiene y su limpieza para ser una persona que vive en la calle. Cuenta de sus problemas en la oficina, de que tiene chicos a los que les prepara el desayuno y la merienda y a los que tiene que mandar a la escuela, de que guarda la comida en la heladera de su mamá, de sus hijos a los que mató la policía y que ella mandó a clonar por cien mil dólares...
Desde el año pasado le llevé comida cuando pude, especialmente chocolate caliente en las noches de invierno y algo para comer los fines de semana, cuando no hay oficinistas y conseguir alimento se le dificulta. Me dijeron que hace años que vive allí.
La gente de la Catedral le dejaba guardar sus cosas (dos paquetones de un metro y medio llenos de ropa y otras pertenencias) "adentro" (nunca supe exactamente dónde) y ella sacaba cada noche el que necesitara para dormir, según la estación o el clima. A la mañana cuando abren el portal ella volvía a empaquetar todo y guardar sus cosas otra vez hasta las seis de la tarde.

Eso fue hasta el jueves 8 de noviembre.

El sábado 10 era la "Noche de los Museos" y alguien decidió que las escasas pertenencias de Beatriz afeaban la vista de los visitantes... y sacó todo a la calle. Alguien que quizás nunca habló con ella. Alguien que a lo mejor no pensó que esos bultos feos eran la vida de un ser humano. Alguien sin mayores problemas en la vida que mejorar el paisaje.

Para una persona en tan delicado equilibrio mental, ver todas sus paquetes en el portal fue un shock. Beatriz se fue y dejó todo allí.
Sin saber nada, el viernes pasé a darle su vianda. Como no la encontré, luego de esperarla unos minutos le dejé la bolsita encima de sus cosas y me fui. El lunes volví a pasar a ver si la había encontrado, y vi todos los paquetes deshechos, toda la ropa revuelta y todos los tesoros de Beatriz (papeles, folletos, los dibujos que ella hacía) desparramados por la vereda. Durante el fin de semana, viendo que nadie se acercaba, "alguien" o "alguienes" saqueó a lo bestia las cosas de esta pobre mujer.
Beatriz sigue sin aparecer y cuando vuelva, si vuelve, verá que se quedó sin nada. NADA. No tiene ropa, no tiene donde vivir, no tiene comida, no tiene sus cosas de higiene ni sus "tesoros". No sabemos nada de ella.

Hoy, si creés que tuviste un mal día, acordate de Beatriz.

PD: Esta historia es real. La foto no. Tengo una foto de Beatriz pero no me gusta ponerla en internet sin su autorización. La señora de la foto se le parece un poco.

viernes, 26 de octubre de 2012

Si...


Si bastaran
las rodillas en el polvo,
las manos suplicantes
y la boca abierta…
Si bastaran
el grito y el silencio,
la palabra susurrada,
el viento…
Si bastaran los aviones
los trenes, los barcos
y los pies llagados…
Si bastaran
la caricia,
la sangre y el deseo…
Si el perdón bastara,
si bastara el llanto,
continentes de arena
nuestros ojos…
Si bastara un mundo nuevo,
si bastara el alma
si bastara
un nuevo nacimiento…






lunes, 22 de octubre de 2012

Sobre el límite de la "verdad".


Nada es completamente cierto, la lógica de la verdad sigue un parámetro difuso, casi complaciente, de la manera más irónica que se puede esperar. No existe lo que los demás dicen que existe, a no ser que tú mismo lo hayas comprobado, necesitas reafirmarlo de algún modo, salir de la existencia de los otros, para dejar de convivir con la "verdad" causante de tus males, de tus dolores, de tus sueños, que a ratos son interrumpidos por la duda.

La duda, no tiene otro límite que ponerte a ti mismo dentro de la periferia de las preguntas existenciales, el problema principal de todo esto, es que, sientes ser parte de la existencia, ¿y si no lo eres? Al menos podrías preguntarte cuán parte te sientes de ti mismo, si es que eres algo, o alguien, o al menos una proyección del ser "canónico" humano.

Nunca te atrevas a llegar a la frontera sin antes haber aclarado tu forma, tu espacio, tus propios límites; busca una huella que puedas seguir, un atajo que te muestre un camino diferente. La soledad, muchas veces te descubre, te devela una no- existencia única que parece reencontrarte a ti mismo. Finalmente, te lleva a co- existir con ella para buscar el "sentido", pero siempre aparece el mismo problema, ¿cuál es realmente ese sentido?

En la vida (el medio de los abismos), TODO resulta probable, el único límite es el SER, (los filósofos siempre hablan de esto, de forma impersonal). El tema es que ese TODO debe ser construido, desde juicios valóricos, desde conceptos, que en realidad son anti- conceptos de vida, porque no te llevan a ninguna parte, más que a contribuir a una sociedad abandonada.

Todo a mi juicio termina abandonándose, tal como nosotros nos abandonamos, nos olvidamos de ser y seguir siendo. La sociedad se deja llevar, se desliga, se posiciona solo en una parte, a la que llamamos "verdad". Por esto, la búsqueda de sentido, no es nada más que una búsqueda vacía, que se encontrará siempre con el "sin sentido" de existir.

Lo único lógico de estas experiencias, es que si estamos seguros de que no encontraremos lo que estamos buscando, de alguna forma nos encontraremos con algo que finalmente nos haga olvidar, apartar, enmarcar, el fin último de ser algo "verdadero". Ninguna persona es completamente verdadera, a no ser que deje de existir. En este plano, la existencia toma un boleto de tren en pleno invierno y termina tirándose entre los rieles, para convertirse en un cadáver congelado y al menos "conservado" para crear una historia. La historia, los rastros, las huellas, los hechos pasados en general, terminan fabricando una verdad posible de un sujeto, pero nada ni nadie podrá decir que aquella persona existió; todo queda a la deriva, el cuerpo es un gesto, una pista más; pero la mente y el corazón se quedan con esa verdad nunca encontrada, se lleva todos esos secretos.

Seguramente, si dejáramos de buscar la verdad afuera, y la buscáramos dentro de nosotros, un secreto -al menos- sería revelado. Todo lo que parece probable, en realidad lo es, pero las probabilidades que elegimos quizá sean las incorrectas, -aunque no sé hasta qué punto exista lo correcto-. Solo existe una forma: apartarse de esas posibles verdades. Lo posible también se construye, lo cual implica que lo certero es un concepto antónimo a la verdad. Por lo tanto, cuando buscamos "el sentido", estamos lejos de encontrarlo realmente, a no ser que manejemos los códigos de la "rebelión", es decir, de derribar todo lo que esté en nuestro camino, aquello que nos impide ver las otras cosas posibles, aquellas que nos hacen elegir el abandono y la derrota. Entonces, la única verdad que debemos buscar es la que ya está dicha, lo que somos, lo que queremos ser, lo que pretendemos entregar. Se trata de una verdad que no se puede ignorar, porque sería negarse a uno mismo.

miércoles, 17 de octubre de 2012

Este fuego y esta llama




Ocurre simplemente.
Se desplaza el pensamiento
hacia la llama y el fuego,
mientras oigo la lluvia
y un mensaje
que no logro descifrar.
Este fuego
y esta llama,
ignoran esa lluvia
y su estéril desafío.
Sé que esta corteza que me envuelve,
me planta y me retiene,
secará los ríos temporales,
ofrendando barro al polvo,
polvo al viento,
viento a la semilla.
Pero…
¿Y esta llama?
¿Y este fuego?
¿Dónde el pedernal,
la chispa, la madera,
el metal, la fragua?
¿Dónde la caverna,
los misterios,
el aullido brutal
del hambre,
la noche desgarrada,
los terrores,
el olvido?

Como el agua que deja en los tejados
su monocorde melodía indiferente,
se escurre el pensamiento,
consumido en esta llama
y este fuego que no amaina.

Como el agua en los tejados
una y otra vez
goteando instantes,
volverás
envuelta en este fuego,
ardiendo en esta llama.

viernes, 12 de octubre de 2012


Otro texto y otro cuadro de Alejandro Costas

MANOS QUE HABLAN


      Está claro que las manos hablan. 
    Nadie en su sano juicio podría discutirlo. Quién puede defender la idea que sólo la boca tiene esa facultad exclusivamente. Si apenas nacidos, una de las primeras partes de nuestro cuerpo que registramos son, justamente, las manos y establecemos vínculos por su intermedio. A cualquier edad, dejamos traslucir nuestro estado de ánimo, descontentos y euforias, aún sin emitir sonido y siempre a través de ellas. Numeramos, aprobamos, saludamos… incluso mencionamos al miedo, en silencio, con un simple gesto. Las manos tienen un idioma independiente y voz propia. Y, siempre, reflejan nuestra personalidad.
 
     Nuestras manos en los bolsillos hablan de desgano. Desinterés.
     Un rostro apoyado sobre una mano, espera. Contemplación. 
     Una mano sobre un hombro, contención. Apoyo y calidez
     Estrechando la mano, saludo amistoso. Gesto cordial.
     La palma hacia arriba, ruego. Súplica.
     Un pulgar hacia arriba o hacia abajo, aprobación o condena.
     Un dedo índice en posición perpendicular a los labios, reclamando silencio.
     Agitándose en lo alto, denotando actitud positiva y a veces de excitación.

    Lo cierto es que son capaces de simplificarnos. Cuando no podemos expresarlo todo con la palabra compensamos dándole a las manos un movimiento enérgico. Sin mover los labios, en absoluto mutismo, permite expresarnos. Habla por nosotros. Lo que estamos por pronunciar, podemos callarlo por prudencia. Ellas, al ser instinto y reflejo, difícilmente puedan ser silenciadas.

    La temperatura de las manos denota emociones. Cuando las tenemos muy frías se ha suprimido esa energía emocional y puede haber falta de interés. Y si están sudorosas podemos estar en presencia de temor y congoja, pero, en general, abundará la emoción.

       Un movimiento con nuestra mano puede resultar infinitamente más creíble que un arsenal de vocablos. La gesticulación impulsa nuestras palabras. La reafirman y avivan. Aportan vigor a nuestras frases e inevitablemente se complementan.

      “Dar una mano”; denota solidaridad.
      “Parar la mano”; expresa advertencia.
      “Ir a contramano”, señala un camino erróneo.
      “Al alcance de nuestras manos”, cuando estamos muy cerca de un objetivo.
     “Manotazo de ahogado”, describe un estado de desesperación.
     “Poner las manos en el fuego”, refiere a la confianza absoluta sobre otro. 

     Desde tiempos remotos, para el hombre, las manos han sido modos de comunicación. Vehículos. Una época determinada puede palpitarse a partir de la huella que sus manos legaron. La historia del hombre está ligada directamente al hacer y el hacer lo ha forjado con sus manos. De hecho, en el arte rupestre también estuvieron presentes, fundamentalmente en un sitio arqueológico notable como “Las cuevas de las manos”. Sus pobladores, hace 9.000 años, dejaron un testimonio artístico incomparable. Lejos, seguramente, de tener un ánimo de perpetuidad, lo han logrado. Sus manos allí impregnadas, como lenguaje. Gestos como pura expresión del alma. Su impronta, allí reflejada, desafiando al tiempo, impalpable y abstracto. En cierto modo, deteniendo su efecto despiadado.

     La realidad, como un escenario cotidiano de manos negativas, conviviendo implacablemente con otras, positivas. Unas sobre otras intentando dominar. Son elecciones de vida que pugnan pretendiendo avasallar. Dos facetas muy naturales del hombre. Una dicotomía tan antigua como él mismo. Imaginemos…

       Un índice estirado que nos señala y acusa. Que nos incrimina. Nos imputa, justa o injustamente.
       Una mano sosteniendo una marioneta, nos manipula. A su vez, nuestras manos manipulan a los más débiles. Intentamos dominarlos. Víctimas y victimarios.
      Un puño cerrado que arremete sobre nosotros. Nos violenta. Apremia.

      Por otra parte y afortunadamente…
      Hay manos que crean. Una pluma, arcilla o un pincel son sus herramientas. Dejan testimonio. Reflejan su interior. Eternamente.
      
      Dos manos unidas por sus palmas elevan plegarias. Rezan. Aún creen. 

      Un par de manos que se estrechan. Van amistosa y solidariamente por la vida. Indispensables. Dignas.

      Un pueblo apoyado sobre la palma de una mano. Contención. Como la de un padre. Como la de Dios.
      
      Y el futuro? Incierto, por cierto, en la esperanzada mano de un bebé.

      Vale aclarar que, no es ellos los malos contra nosotros los buenos. Somos los mismos, capaces de tener un gesto autoritario y luego, uno solidario.
      Elevamos una plegaria al tiempo que agredimos a un par.
      Y en cuanto a manipulación, de ella los padres hemos hecho, casi, un arte. Torneamos la mente de nuestros hijos a voluntad, de acuerdo a nuestras intenciones y debilidades. Por esto tenemos expertos en manipulación que son nuestros propios hijos. E incrédulamente nos preguntamos… a quién saldrán así?

      Está claro que no es ellos contra nosotros, sino nosotros contra nosotros mismos…
 

PD:  Haciendo click en la imagen la pueden ver más grande y apreciar los detalles que comenta Alejandro en el texto

lunes, 8 de octubre de 2012

Le es vital al hombre [como a una nación] recibir honores de parte de sus coetáneos. Al cabo de un tiempo, se genera una suerte de familiaridad, que no le será impropia ni desfavorable. Esto es así, pues en el soliloquio de la soledad solo se agita el desconsuelo. QUIEN MEDITA Y SE ARMONIZA ENCUENTRA SU REGENCIA. [ALCANZA FRUICIÓN.]


domingo, 7 de octubre de 2012


DE PENA EN PENA CRUZA SUS ISLAS EL AMOR,
Y ESTABLECE RAÍCES, QUE LUEGO RIEGA EL LLANTO.
 
Nadie puede evadir los pasos de ese corazón, que corre callado y carnicero. Ahí, donde no crece el dolor, donde no llega la sal, tu y yo buscaremos un hueco, para estar juntos. Hagamos con nuestras manos un nido duro, librado de culpas. Juguemos a querernos mucho, sin aturdir al verbo, y sin faltar a la verdad. Aquí ...en esta ciudad roída, donde todo enloquece, y se pierde.
 
 
Aún sigue viva [esa sombra circundante].

miércoles, 3 de octubre de 2012

Pájaros negros



Pájaros negros se deslizan en la noche
(mimetismo cómplice de lunas escondidas)
El aire abre cuevas de vacío
para no quebrantar
el sigilo de sus alas.
Tú lo ignoras
pero cuando el sueño te arrastra
al mundo de la realidad que discurre
en planos diferentes,
se posan a tu lado, imperceptibles.
Mientras la ciudad adormece prisas,
la sangre golpea las paredes
y los duendes se embriagan,
te cantan melodías,
atrapando cada nota
con hilos invisibles que tejen pentagramas
para arropar tu desamparo
y rozar tu anhelo
con las letras y el sonido,
la ternura y el tormento,
de ese nombre silenciado,
tenaz,
irremediable.

lunes, 1 de octubre de 2012

El coro se hallaba ahí detrás, entonando la bella canción. De pronto llegó la cena. Y fue la primavera, recurrente y erótica, que se insinuó. Otra vez [una vez más].


domingo, 30 de septiembre de 2012

ESTIGMAS DEL AYER 
(Un cuadro y un texto de Alejandro Costas)



Amanece. En la luna, un antepasado en contemplativa calma. Nos visita. Un cacique, la tristeza y la melancolía en su rostro por un pasado arrebatado con violencia. No descansa. Fue testigo de una matanza indiscriminada, por la que aún nadie rindió cuenta.

 

Sabotearon una inmensa cultura y la extirparon injustamente del continente. Con maldad infinita les impusieron nuevas normas de conducta, una organización distinta y un Dios nuevo en el que no creían. Una cruz a la que debían abrazarse. Y todo a la fuerza. A pura coacción y crueldad. Por imposición violenta.
 
Los conquistadores, muy desapegados a las normas mínimas de higiene, trajeron males propios del primer mundo. Los nativos, inermes, no sólo fueron diezmados por intermedio de la violencia, sino por las enfermedades que contrajeron, desconocidas hasta la honorable visita española. Se adueñó de ellos la gripe, la tuberculosis y la viruela. Conocieron los catarros, las afecciones pulmonares y las enfermedades venéreas. Se sucedieron epidemias y pestes. Y pensar que creyeron que eran enviados de los dioses…
 
Para los aborígenes, la tierra no les pertenecía. Eran ellos los que pertenecían a la tierra. Distinta concepción tenían los europeos quienes pensaban que todo y todos les pertenecían, por el simple hecho de haberlo descubierto
 
Cuanta más violencia, dolor y sometimiento desataba el conquistador, más recompensa tenía de los Reyes de Europa. Cuanto más sangriento era y más daño causaba, más jerarquía y reconocimiento adquiría. Curiosa moral…
 
Almas crédulas, ayer, diezmadas. Aniquiladas. Avasalladas. Indios sometidos al tormento, al atropello, a la barbarie. Sus descendientes de tez morena y ojos pardos, hoy, sumidos en la indiferencia, tan cruel como aquella conquista.
 
Aborígenes, cultura perdida. Final abrupto. Azotados injustamente. Descubrir América? O… saquear América. Someter América. Esclavizar América.
 
Pueblos originarios… cultores de la ciencia, el arte, la astronomía… Agricultores pacíficos. Sabiduría infinita. Respeto supremo por las fuerzas de la naturaleza. Dueños de un territorio del que hicieron un culto.
 
Como un falso reflejo en el agua, las tres carabelas de Colón. Con ellas comenzó todo; con ellas terminó todo…
 
Dioses del ayer, como rayos, nos recuerdan sus inofensivas luchas, la más ardua de todas: sobrevivir a la memoria. Son huellas del pasado. Son estigmas del ayer…
 
Indios, Indígenas, Aborígenes, Pueblos originarios, Nativos, Naturales, Autóctonos… simples eufemismos para no decir víctimas.
 
Colonización, descubrimiento, conquista, encuentro de dos culturas… cuánto cuesta mencionar la palabra genocidio!
www.alejandrocostas.com.ar
PD: Alejandro me envió el cuadro y el texto por mail para que lo pusiera en nuestro blog. Si hacen click sobre la pintura, podràn apreciar los detalles que Alejandro describe en el texto. Espero que les guste como a mí.
Las respuestas afectuosas siempre serán razón y motivo de nuestras alegrías. Aunque cierta contravención parece existir, cuando alguien es llamado al retiro. En verdad, solo hay tres voces que pueden ser merecedoras del silencio: la voz de la poesía, la voz de la música y la voz del amor. Y no me creas tan poco cariñoso por esta forma de tregua; de hecho, eres testigo mudo, y mereces mi alianza. PERO, SI TÚ ME OBLIGAS A QUEDARME SIN TI… ¿NO TENGO DERECHO YO A DEJARTE SIN MI?



                                   [A veces me concedo libertades. Y con ellas voy adonde quiero].

jueves, 27 de septiembre de 2012

AUNQUE HAYA AGUA



AUNQUE HAYA AGUA
Jorge Umberto Malpeli


La mañana estaba fresca. Ya no llovía pero ahora se sentía el viento  frío del sur.
¡Adela! -gritó Rocío,  al mismo tiempo que sostenía en su mano, el mate recién cebado. Al escuchar la respuesta de su hermana continuó -anoche me levanté a las cuatro y al mirar por la ventana, lo vi. Allí estaba de nuevo.
¡Ay, Rocío, Rocío! ¿Se puede saber a qué mierda te levantás a las cuatro? -preguntó Adela.
-Me parece que el Rozerem no me hace nada, voy a tener que cambiar de píldoras -reflexionó Rocío en voz alta -y si no duermo bien, ando todo el día hecha una boluda. Pero eso no es lo que quería contarte, si no que lo descubrí otra vez, al pobre infeliz esperando en la vereda, frente al cabaret, por la calle Tres Sargentos.
 
¿Y qué tiene de especial? -cuestionó Adela, y agregó – desde que falleció tu marido y viniste a vivir conmigo, lo hemos visto varias veces, muy de madrugada, adosado a esa pared.
 
-Lo que tiene de especial, es que anoche llovía a cántaros sobre Buenos Aires -replicó Rocío. Vi como corría el agua por la Tres Sargentos arrastrando todo a su paso, hacia el bajo y casi se lo lleva a él también. ¿Te acordás que siempre estaba fumando? ¡Ja!  anoche la lluvia le prohibió el cigarrillo! Te aseguro que de lejos, lo encuentro parecido al finadito. Lo distinto es que mi marido usaba sombrero y hubiera podido fumar bajo la lluvia ¿No te parece?.

-Dejate de joder. Roci, si él jamás te esperó de madrugada y menos bajo la lluvia -apuntó Adela.
-Eso es cierto -admitió Rocío. Y yo tampoco “laburaba” en algún “pirigundin” cuando me conoció. Y quedó abstraída, recordando, quizás, lo joven que era en aquel tiempo, cuando entró a trabajar en el consultorio.
 
¡Pero que “metedura” tiene con la mina esa! ¿Te acordás cuando la vimos la primera vez? -preguntó Adela.
-“Sola, fané y descangayada, la vi esta madrugada salir de un cabaret”, como dice el tango, tal cual. ...¿Vos viste el auto importado del que se la levantó? Antes de subir, le tiró dos besos al pobre tipo, uno para cada mejilla, al modo de Sabina.

-“Fiera venganza la del tiempo, que te hace ver deshecho, lo que uno amó” ¡Cómo me gusta ese tango! y afirmó -todavía algo tendrá, que le gusta tanto a los señores....
 
Qué querés que te diga, a mí ese hombre, me da pena. Ni siquiera lo conozco, ni he visto su sonrisa, pero esta noche no tomo la pastilla y mañana, aunque haya agua en la calle -dijo Rocío -te juro que bajo y me lo levanto.

 


Esta Noche Me Emborracho.
Tango – 1928
Enrique Santos Cadícamo.
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