DESCREER
El hombre descree de su propio sino
-No existe el destino, dice convencido-
Más alguien lo guía desde el infinito
-Porfía-
-Yo desconfío de lo que no he visto-
-Tropieza-
Cae, rebelde, insumiso.
-Maldice-
Incrédulo se piensa divino
Vacía el cántaro del don recibido.
-Eso es mentira, clama soberbio-
¡Mío es el pan, yo coseché el vino!
Por creerse sabio, desconfía impío.
-Muere en soledad,
triste y
abatido.-
No sé, Tere... No sé. A veces descreer, que es no tener los medios para creer, no es un capricho ni mucho menos un acto de soberbia. A veces es una falencia, una imposibilidad involuntaria o más fuerte que uno. Creo que todos morimos en soledad, y quizá no todos tristes y abatidos. Pero tu poema deja pensando y sintiendo.
ResponderEliminar¡Hermosa forma de decir Teresita! ¿Cómo se hace para creer? Creo yo que el coco impide –a mí me impide– y creo también que en soledad, tristes y abatidos, o en calma y conscientes de haber vivido del mejor modo posible, mueren algunos que descreen, y algunos que creen.
ResponderEliminar¡Beso grande Poeta!
Adela
Buen poema Teresita, me gustó mucho.
ResponderEliminarUn bf.
Iris.
Teresita, aunque disienta con el contenido, me inclino ante tu capacidad de decir en pocas palabras lo que querés y creés. Por eso, mis felicitaciones!
ResponderEliminarTeresita, creo que tu bello poema se ajusta perfectamente al perfil de muchos "perfectos" que pululan por ahí. Perfectos hipócritas, perfectos soberbios, perfectos herejes.
ResponderEliminarUn abrazo
Alicia