Nélida, siente el fuego que le sube desde el ombligo, que le vibran los labios y se persigna, mientras mira asombrada , con la boca abierta,el graffiti pintado en la pared de su pueblo: "¿Quien mierda mató a Zalaberry?"
La vida de Nélida nunca había sido fácil. Siempre se supo malquerida. Por esa razón es que buscaba y escondía “sus abriguitos”. Eran su protección, eran su manera de sentirse querida o de querer. No tenía amor en una casa donde el odio, la venganza y el rencor reinaban. Ella sabía que no tenía muchas luces. No entendía la mayoría de las frases que le decían, pero sí sentía. Ella sabía, que su mamá que no era su mamá, la despreciaba, y sentía que su papá la rechazaba. Nunca una caricia, nunca un beso, nunca un abrazo. Estaba sola y aprendió a defenderse de ese mundo hostil creando su propio mundo. El de “los abriguitos”.
Se miraba al espejo y no se veía fea, aunque nunca le habían expresado un elogio a su rostro o su cuerpo. Tenía 20 años y sentía que su cuerpo se movilizaba ante la presencia de ciertas personas. No entendía muy bien cuál era la sensación, pero sabía que su corazón latía muy fuerte y su parte sangrante, desde los 15 años, ardía como un brasero.
La mañana que René tocó la puerta de su casa, tuvo esas sensaciones y respondió al pobre muchacho con hosquedad porque no sabía cómo manejar sus sentimientos. Lo mismo le había pasado cuando conoció a Zeta, pero cuando lo vio muerto, su sensación fue otra y sólo pensó en su protección y le sacó todo lo que tenía encima. El dedo separado del cuerpo la espantó y pensó que algún perro hambriento se lo habría arrancado, por lo deshuesado que estaba.
Hoy siente miedo. Sabe que le mintió a su mamá que no es su mamá y salió cuando debía haberse quedado en la casa. Pero ahora hablan de otras huellas en el difunto, y ella sabe que son de ella, y que su mamá, que no es su mamá, la va a castigar y no va a poder conseguir su protección. Tiene miedo, porque supone que le van a hacer preguntas que ella no sabe ni puede contestar. Pero el castigo vendrá igual.
Nélida se persigna y reza. Que sus huellas no sean las huellas que buscan. Lo pide desesperada, mirando al cielo.
Gra,¡qué bien describis los sentimientos, emociones y pensamientos acotados de Nélida!
ResponderEliminar¡Impecable!
Besos,
Ali Nuri.
Describiste el perfil de Nélida a la perfección, con sus miedos y sus limitaciones. Una muchacha que está en peligro ya que por su condición alguno puede aprovecharse y cargarle todas las sospechas encima. Qué bien mostraste su miedo el cual trata de sobrellevar rezando con fervor. Un abrazo
ResponderEliminar