miércoles, 16 de mayo de 2012

El torbellino


           

         Clara y Pedro habían encontrado su lugar. No tenían mucho, pero era suficiente para sentir que la vida les ofrecía una oportunidad, la que vinieron a buscar a ese apartado pueblito de Misiones. Los dos pequeños, Martín –de  cuatro años- y Clarisa, de apenas siete meses, eran los dos motivos principales de la alegría que llenaba los rincones de la casa.
          La vida era buena en la chacra que habían levantado con  sus propias manos, pidiéndole prestado a la selva generosa un pedacito de suelo. El pan casero que por las mañanas ella cocinaba en el horno de barro que construyeron en el patio de tierra colorada sabía a gloria, como el mate cocido y la leche recién ordeñada.

 Y el verde de la selva.
 Y el sol pintando los colores.
 Y la lluvia refrescante del verano.
 Y el saludo siempre amable del vecino.
 Y la música sutil de la naturaleza avasallante.
              Y el humito azul de la leña ardiendo en el invierno.

            Era buena la vida más allá de las fronteras de la desconfianza, el apuro, la indiferencia, el engaño y la hipocresía.

            Un jinete vino por la noche desde el cielo montado en la tormenta. Luces y voces extrañas bajaron de las nubes, y el mundo entero giró enloquecido con el viento que destruyó  las esperanzas. El oscuro jinete de la noche se llevó a la niña, y Clara quedó abrazando el vacío. El vacío total que no llenarán las lágrimas de todas las madres de todos los tiempos.  
             Vendrán nuevas lluvias y la selva volverá a cubrir la tierra color sangre.


Basado en un hecho real

8 comentarios:

  1. Qué impactante este relato Pituti... ;)

    ResponderEliminar
  2. Aunque parezca increíble, eso fue lo que pasó: un tornado arrasó un pequeño pueblito de la provincia de Misiones y arrancó el bebé de los brazos de su madre. Traté de reflejar algo de esta terrible y conmovedora historia.

    http://www.mdzol.com/mdz/nota/158242-tornado-en-misiones-a-una-mujer-el-vientolearranco-el-bebe-de-sus-brazos/

    Muchas gracias Adri por leer y comentar.
    Un beso.

    ResponderEliminar
  3. Oh, pero que terrible historia...Felicidades por tu trabajo!

    Saludos =)

    ResponderEliminar
  4. Un modo de decir, de dar color y de traspolar dulzura y drama, como solo vos sabes hcerlo. Encuentro exelente tu cuento. Tiene todo. Te dejo un gran abrazo Rolando. Realmente superior.

    ResponderEliminar
  5. ¡Qué relato fuerte, Rolando! Me dejó angustiada porque sé que tiene visos de realidad.

    ResponderEliminar
  6. Muchas gracias, Adri. Terrible e increíble historia, así es.
    Abrazotes.

    ResponderEliminar
  7. Muchas gracias, Marcelo. Otro gran abrazo para vos.

    ResponderEliminar
  8. Es imposible imaginar realmente el dolor de esa madre, Greis. Lamentablemente eso tan extraño y penoso ocurrió de verdad, sí.
    Un beso y muchas gracias.

    ResponderEliminar