miércoles, 7 de septiembre de 2011

AZUL NEOPRENE

"Caminaban silenciosos sobre un cementerio de piedras filosas. Signo de vientos, pero no de agua. Las palabras ya no existían en sus mentes, ni sonaban en sus bocas. Ni siquiera recordaban haberse visto nacer."

Apenas pude abrir un ojo de lo adormecida que estaba.* El GRIB holográfico había invadido la habitación con imágenes de nubes sobre las Cataratas de Iguazú. El ruido de agua, cayendo, era prácticamente insoportable, tanto como para despertar un regimiento. Su función de despertador, era altamente efectiva. (* Gridded Binary).

El GRIB…. Era un programa vetusto dentro de un aparato también vetusto, pero el único aparato que conservaba en sus programas las Cataratas de Iguazú… y por eso me gustaba… y por eso, no lo cambiaría por nada del mundo, aunque me ahogara en la imagen, y protestara por el estrépito.

La nueva generación no sabía de ellas, tampoco conocía el sonido particular de agua a raudales. Para mí, era imposible olvidarlo. Posiblemente, por esto, se repetía a menudo ese sueño de solitarias almas sobre filosas piedras .Lejos había quedado la parábola del agua para explicar los misterios de la vida. Ni siquiera los océanos, eran ya océanos, por tantos procesos de potabilización.

Retiré con pereza pero con cuidado, el alambique que cubría la nariz y la boca. El aliento, por ahora, era nuestro oro. Convertirlo en agua, nuestra vida.

El grupo estaría esperando, debía apresurarme. El grupo, los grupos…. ¿Quién hubiese pensado que me uniría a un grupo? Las cosas se veían difíciles. Existían los conquistadores, los guerrilleros, los esclavos y nosotros: “Los menos”. Aquellos, que nunca usarían armas ni intentarían conquistas, ni perderían libertad. A ellos, pertenecía de pertenencia, sin dueños. Mejor la muerte, que despedazarse entre hermanos por hilos de agua, espesadas de sangre derramada… mejor la muerte a cualquier acto, más aberrante que nuestra propia subsistencia.

Parecía imposible, pero aprendí a convivir con ellos y la rutina diaria impuesta, mientras esperaba, esperábamos un milagro científico. Un milagro, de todo ese abanico loco de investigaciones, donde la pureza de la maldad se trenzaba en tira única con la pureza de la bondad, de tal manera que, cualquiera de las dos, pasaba desapercibida o ignorada en pos de la subsistencia.

Todos nos habíamos convertido en ciegos, sordos y mudos. La tierra parecía un cuero viejo, perdurando en terroríficos y catastróficos noticieros porque aún, existía combustible para energía.

Aún… La esperanza sobre aquellos que habían viajado a Marte, se había desvanecido. Nunca, nadie volvió.

Intentábamos, conservar algo de tradición y sociabilización rapados, y limpiando la piel con un mejunje de aceite con arena. La única manera de convivir con la mugre y no depender de nadie, ni siquiera por el agua necesaria que solicitaba nuestro organismo. Todos vivimos de nuestros alientos, sudores y orines. Es el principal objetivo de nuestras reuniones. Somos una unidad

4 comentarios:

  1. NOS ESTAMOS HACIENDO CADA VEZ MÁS VIRTUALES... ES VERDAD. Llegará el momento tb en que una dosis intravenosa nos hará vivir el éxtasis del gran amor. No queda lejos. MUY PRECISO LILIAN, GRACIAS. Me diste ganas de ir a la plaza a ver los árboles y los pájaros. Un abrazo.

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  2. La mejor elección
    Deleted. Colgá de nuevo eso sobre amantes, daba bien para discutir. No se porqué lo editaste, quedé con ganas de contestar
    Un abrazo

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  3. ¡UF! Qué realidad terrible que pinta tu historia, Lilian. ¡Y lo peor es que no parece improbable!

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