ESTIGMAS DEL AYER
(Un cuadro y un texto de Alejandro Costas)
Amanece. En la luna, un antepasado en contemplativa calma. Nos visita.
Un cacique, la tristeza y la melancolía en su rostro por un pasado arrebatado
con violencia. No descansa. Fue testigo de una matanza indiscriminada, por la
que aún nadie rindió cuenta.
Sabotearon una inmensa cultura y la extirparon injustamente del
continente. Con maldad infinita les impusieron nuevas normas de conducta, una
organización distinta y un Dios nuevo en el que no creían. Una cruz a la que
debían abrazarse. Y todo a la fuerza. A pura coacción y crueldad. Por imposición
violenta.
Los conquistadores, muy desapegados a las normas mínimas de higiene,
trajeron males propios del primer mundo. Los nativos, inermes, no sólo fueron
diezmados por intermedio de la violencia, sino por las enfermedades que
contrajeron, desconocidas hasta la honorable visita española. Se adueñó de ellos
la gripe, la tuberculosis y la viruela. Conocieron los catarros, las afecciones
pulmonares y las enfermedades venéreas. Se sucedieron epidemias y pestes. Y
pensar que creyeron que eran enviados de los dioses…
Para los aborígenes, la tierra no les pertenecía. Eran ellos los que
pertenecían a la tierra. Distinta concepción tenían los europeos quienes
pensaban que todo y todos les pertenecían, por el simple hecho de haberlo descubierto…
Cuanta más violencia, dolor y sometimiento desataba el conquistador, más
recompensa tenía de los Reyes de Europa. Cuanto más sangriento era y más daño
causaba, más jerarquía y reconocimiento adquiría. Curiosa
moral…
Almas crédulas, ayer, diezmadas. Aniquiladas. Avasalladas. Indios
sometidos al tormento, al atropello, a la barbarie. Sus descendientes de tez
morena y ojos pardos, hoy, sumidos en la indiferencia, tan cruel como aquella
conquista.
Aborígenes, cultura perdida. Final abrupto. Azotados injustamente.
Descubrir América? O… saquear América. Someter América. Esclavizar
América.
Pueblos originarios… cultores de la ciencia, el arte, la astronomía…
Agricultores pacíficos. Sabiduría infinita. Respeto supremo por las fuerzas de
la naturaleza. Dueños de un territorio del que hicieron un culto.
Como un falso reflejo en el agua, las tres carabelas de Colón. Con ellas
comenzó todo; con ellas terminó todo…
Dioses del ayer, como rayos, nos recuerdan sus inofensivas luchas, la
más ardua de todas: sobrevivir a la memoria. Son huellas del pasado. Son
estigmas del ayer…
Indios, Indígenas, Aborígenes, Pueblos originarios, Nativos, Naturales,
Autóctonos… simples eufemismos para no decir víctimas.
Colonización, descubrimiento, conquista, encuentro de dos culturas…
cuánto cuesta mencionar la palabra genocidio!
www.alejandrocostas.com.ar |
PD: Alejandro me envió el cuadro y el texto por mail para que lo pusiera en nuestro blog. Si hacen click sobre la pintura, podràn apreciar los detalles que Alejandro describe en el texto. Espero que les guste como a mí.
Es conmoverdora la imagen que se recorta del texto, y yo me pregunto si hay Dios que ajusta las cosas hoy en día; de seguro es el mismo que las ajustaría en aquel entonces. Cual fue la voluntad divina al respecto? No tengo una respuesta clara. Me gustaria se me rebele. Porque si de hecho hubo atrocidad [genocidio] entonces cual es la justicia que corresponde a esto? Gracias Greis.
ResponderEliminarEn primer lugar: muchas gracias a Alejandro por regalar estética nueva a este espacio. En cuanto al escrito, las cosas ocurrieron tal cual, pero el problema es que ese exterminio aún no se detiene, y esta vez es a manos de sus propios compatriotas. Eso es lo más doloroso. Desfilan gobiernos y partidos políticos, pero no solo no se hace absolutamente nada, sino que continúa el avance sobre las tierras que ellos han ocupado por milenios. Hay mucho para hablar sobre este tema. Es muy importante no callarlo,como lo hiciste a través de esta obra. Muchas gracias. Un abrazo.
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