viernes, 21 de septiembre de 2012

¡FELIZ PRIMAVERA!



¡NO LLEGAMOS!

Dia P menos 5
La mujer entró casi corriendo a la oficina. El trajecito verde, el peinado impecable y el maquillaje cuidado no alcanzaban para disimular completamente la tensión de su rostro. Mientras se sentaba con un suspiro y encendía la computadora, su secretaria le alcanzó el te de hierbas, como todas las mañanas.
Tres jóvenes se aproximaron a su escritorio y le dieron el reporte del día. Hablaron por turnos y el ceño de la mujer se fruncía cada vez más.
-¡NONO NONO NONO NO! ¿Cómo que está faltando la pintura rosa? ¿Y ahora me avisan? ¡Llamen a la fábrica a ver qué pasó! A ver, dame esos papeles. ¡Chicos, faltan cinco días! Tenemos que resolver los problemas, no causarlos. ¡Ay! Me van a volver loca. Myriam, querida ¿me alcanzarías otro té? Gracias.
Entre un ir y venir de faxes, reclamos y gritos, el día terminó cuando ya hacía rato que el sol se había escondido.

Día P menos 4
-El coro va a ensayar en el auditorio, avisen a Seguridad que los dejen pasar... -Con un vestido color limón y una chaqueta al tono, el cabello recogido con una cinta blanca, la mujer iba y venía en un mar de teléfonos, carpetas y asistentes que trataban de llamar su atención -. ¿Sequía? ¿Dónde? No podemos permitirnos una sequía. Comunicame con el Departamento de Regadío. ¡Petrucci!  ¿Qué pasó con el agua en el área uno? Bueno, me lo solucionan. ¡YAAAAAAA!  Myriam, traeme más té por favor.

Día P menos 3
Sentada en su escritorio,los puños de la mujer se iban cerrando lentamente mientras los ojos se ajustaban como la mira de un rayo laser. Un cadete se alejaba con paso rápido previendo el estallido.
-¡ROOOOODRIGUEEEEEEEEEEEEEEEEEEEZ! ¿Qué es esto que me informan que todavía no nos entregaron los pimpollos? ¡Te ocupás de esto ya mismo! Esta noche los quiero todos colocados, ¿entendiste? TODOS. Mañana antes de entrar voy a pasar a revisar y mejor que no falte ninguno, ¿estamos? ¡Myriam, otro té!

Día P menos 2
El stress le había dibujado ojeras que llegaban casi a las rodillas. El maquillaje era un recuerdo y la ropa, una arruga viva. Agarraba el teléfono como si lo quisiera estrangular.
-Ajá... Msé... ¿Sabés qué pasa? Yo tengo que entregar pasado mañana  y si vos no me das las cosas a tiempo, me atraso. Y no puedo atrasarme ¿soy lo suficientemente clara? No-pue-do.  ASÍ QUE ME ENTREGÁS LA PINTURA ROSA HOY MISMO O TE OLVIDÁS DE NOSOTROS PARA LA PRÓXIMA TEMPORADA. -Colgó con un golpe furioso- ¡MYRIAM!  ¡¿PARA CUANDO ESE TÉ?!

Día P menos 1
El pelo parecía la melena de un león electrocutado y tomaba agua como un beduino perdido en el desierto para poder seguir dando instrucciones con voz ronca. Con una carpeta en la mano, iba tachando las tareas pendientes de una lista. La secretaria la seguía con una taza de té en la mano, ya fría.
- ...OK... Coro, OK. Pimpollos, OK. El rosa... ¡Menos mal! ¡OK! ¿El área uno cómo quedó? Localizame la zona por satélite. ¿A ver? Bien, bien. -De pronto le cambió la cara- ¿Por qué la zona sur no tiene amarillo? ¿QUÉ PASÓ CON EL AMARILLO? ¡Ah! Gracias, siempre me olvido de ajustar el color de la pantalla. Myriam, largá esa taza y llamá al técnico para la semana que viene. ¡Qué nervios! ¡Todos los años es lo mismo! ¿Es que NUNCA podemos llegar tranquilos? -El tono cambió hasta convertirse en un canto melodioso-. Chicos... ¡Gracias! Sé que fueron unos días de locos y que mi humor no fue el mejor, pero llegamos. Mañana al amanecer los espero a todos para el lanzamiento. Vayan, descansen. Se lo merecen. Yo todavía tengo que ir a la peluquería, a la manicura, a la modista, al pedicuro y a la masajista. Vayan, vayan. ¡Gracias!

Al día siguiente, el "Día P", cuando la claridad empezaba a insinuarse por el este, allí estaban todos reunidos, listos para el gran evento.
Un coro de jilgueros y cardenales comenzó a entonar una melodía de Vivaldi.
Con la túnica de seda, que disimulaba la falta de dobladillo al mezclarse con una alfombra de pétalos multicolores, el gesto relajado en una sonrisa que era toda calma y bienestar, las uñas brillantes recién pintadas y su cabellera roja ondeando en la brisa de la mañana, como si no hubiera estado en la peluquería hasta apenas una hora antes, la Primavera se deslizó por el primer rayo de sol que alumbraba el área uno y dio orden de que se abrieran las flores.

2 comentarios:

  1. ¡¡APLAUSOS!!
    Un relato genial, Greis.
    Mi imaginación no alcanzó a sospechar el desenlace, jajjaja. Felicitaciones mil.
    Ese quinteto... ¡fantástico!
    ¡Feliz primavera!

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  2. ¡Gracias Rolando! El relato fue leìdo por internet en el programa "Encuentro con los coroso", en la radio "El ascensor (www.radioelascensor.com.ar)" el jueves 20 y quise compartirlo con ustedes.
    ¡FELIZ PRIMAVERA PARA TODOS!

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