Si bastaran
las rodillas en el polvo,
las manos suplicantes
y la boca abierta…
Si bastaran
el grito y el silencio,
la palabra susurrada,
el viento…
Si bastaran los aviones
los trenes, los barcos
y los pies llagados…
Si bastaran
la caricia,
la sangre y el deseo…
Si el perdón bastara,
si bastara el llanto,
continentes de arena
nuestros ojos…
Si bastara un mundo nuevo,
si bastara el alma
si bastara
un nuevo nacimiento…
Bello poema, Rolando, como siempre. Por la canción que lo acompaña, podría decirte que el hecho de que baste o no depende del motivo por el cual estás pidiendo perdón (Y de la persona a la cual se lo estás pidiendo, algunos son más perdoneros que otros). Un abrazo!
ResponderEliminarGreis
A nadie, Greis. Eso creo, jajjajaa. No quiere decir eso que esté libre de culpas, claro (¿quién podría estarlo?). Tal vez se trate de una voz elevada al infinito... algo más profundo. El perdón es apenas una parte del todo. Tal vez se trate de la condición humana y sus límites.
ResponderEliminarBueno. No aclaré nada. Ya lo sé.
Muchas gracias. Un abrazo.
Estas apariciones de que nada es suficiente, es tan cierto, si las cosas, o una parte de ellas bastara para algo... Gracias Pituti, por este bello poema.
ResponderEliminarMuchos saludos =)
Muchas gracias, Adri.
ResponderEliminarEstá muy apagado este espacio, amiga. ¿Cuándo traerás algo de lo muy bueno que siempre creas?
Un abrazo.