lunes, 8 de octubre de 2012

Le es vital al hombre [como a una nación] recibir honores de parte de sus coetáneos. Al cabo de un tiempo, se genera una suerte de familiaridad, que no le será impropia ni desfavorable. Esto es así, pues en el soliloquio de la soledad solo se agita el desconsuelo. QUIEN MEDITA Y SE ARMONIZA ENCUENTRA SU REGENCIA. [ALCANZA FRUICIÓN.]


2 comentarios:

  1. Buenos pensamientos, Marcelo. Somos seres sociable por naturaleza. Nos apoyamos (aunque a veces queramos ocultarlo) en el otro. Necesitamos hacerlo.
    La música: buenísima, como siempre.
    Un abrazo.

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  2. No entiendo mucho la última frase, pero sí me gustó el texto en general. Me hizo acordar a uno que en la radio decía "Sin ustedes allí, nosotros aquí ¿para qué?"

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