De pronto el aire se pobló de sutiles aromas: flores silvestres, moras, chocolate…
Elevaron las copas y el líquido rojo reflejó la intensa luz del cometa precipitándose desde el abismo infinito. Hermanos hasta el fin, los hombres y el vino aguardarían juntos la consumación de los siglos.
¡Qué lindo texto, Rolando! Gracias =)
ResponderEliminarGracias a vos, Greis. ¡Qué lindo sería comenzar el 2012 con el regreso de muchos que andan perdidos por ahí!
ResponderEliminarTal vez se cumpla.
¡¡UN GRAN 2012 PARA TODOS!!
Rolando
Y si de siglos se trata, tenemos tantos por delante para saborear sus milésimes. Hasta el fin! Linda imagen, Rolando! Aprovecho este post para dejarles mis mejores deseos a todos en este quimérico 2012 que nos llega flamante y con olor a viejo (lo han nombrado tanto!). Como lo he deseado en otro lado, buenas musas, y que el espíritu literario en todas sus declinaciones sepa seguir siendo un rumbo válido al que dirigirnos como queramos, como podamos. Feliz 2012, cimereños! :D
ResponderEliminarLindo texto.Felicidades.
ResponderEliminarPrecioso.
ResponderEliminarEres grande.
Muchas gracias, Alejandro, Randos, Nat... (eres muy exagerada, niña).
ResponderEliminarUn gran a año para cada uno de ustedes (vosotros... )y que las musas revoloteen siempre por este refugio. Hasta el fin (maya o no).
Abrazos fuertes a todos.
Rolando
La reacción más grande: la fermentación alcohólica, nos une a la tierra y a la comunión, no es tan necesaria para consumar la amistad, pero ayuda un montón.
ResponderEliminarGracias por tus hermosas palabras.
¡Víctor! Muy grata sorpresa, amigo.
ResponderEliminarMuchas gracias por visitar este sitio. Tal vez algún día quieras enviar alguno de tus exquisitos trabajos y sumar para que vuelvan a acercarse los talentosos escritores que han dejado su huella aquí.
Un abrazo hasta Málaga.