Villa Cimera nació como un sueño colectivo, como una respuesta a lo que consideramos una medida autoritaria del diario La Nación al cerrar el foro literario. Nuestra idea fue tener un lugar donde escribir, generar consignas y estar en contacto.
Lamentablemente, la lucha de egos hizo imposible que el proyecto prosperara y Villa Cimera se transformó en un pueblo fantasma.
Por eso decidí convertirlo en un lugar donde poner algunos textos que no publicaré: opiniones, reflexiones, anécdotas... Cosas que siempre quise escribir y que por una razón u otra, nunca lo hice.
Y como del proyecto original solo queda un eco, eso será este blog: El eco de Villa Cimera.
No sé cuántos lo leeran, espero que lo disfruten.
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